«Vamos a tocar el agua»: La fragilidad del inmigrante latinoamericano en Europa

La novela de Luis Chaves es una lectura recomendada para acercarse a la experiencia de ser un extranjero y la cual apunta a develar los apremios y desamparos que deben vivenciar todos aquellos que por diferentes razones se vieron obligados en un instante determinado a cambiar de país.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 18.8.2020

El escritor costarricense Luis Chaves (San José, 1969), nos entrega en este relato de corte autobiográfico, una suerte de  “diario” estacional, los acontecimientos vividos por él y su familia, como residentes del Programa de Artistas en Berlín del DAAD. Entre el invierno de 2015 y enero de 2016, escribe una serie de crónicas que posteriormente darán forma a este libro, cuya idea fundamental estaría dada por la circularidad, entendiendo el viaje como un recorrido que se cierra solamente cuando se regresa al punto de partida.

Dividido en cinco partes, correspondientes a las estaciones del año, el narrador nos va dando cuenta de todo el proceso que significa trasladarse a un nuevo país, aún más cuando las condiciones climáticas y culturales son tan diferentes. El periplo comienza con las dificultades propias de este tipo de cambios, desde los más prácticos: “Un último mes precipitado que incluyó reducir la casa a cajas de cartón, pintura total, intervención de fontanería, búsqueda y elección de arrendatarios y posterior mudanza  a casa de mis padres», y hasta los más emocionales: “Como cualquier familia que se asoma al abismo, éramos enemigos. Éramos, los cuatro, cables vivos que sacábamos chispa con el mínimo contacto”. El nerviosismo y la ansiedad se apoderan del grupo familiar antes de partir, dando cuenta de las tensiones que producen estos vuelcos tan relevantes en la vida.

Como es más o menos tradicional en este tipo de narraciones, el sujeto en primera persona cobra relevancia. Sin embargo, en el libro de Chaves, no se produce una exacerbación del yo, tan recurrente en los últimos años y tan propia del capitalismo y nuestra sociedad hiperindividualizada, sino que pareciera que el autor optó por inclinar la balanza hacia otros aspectos de su vida.

A pesar que la beca otorgada es para realizar un trabajo literario, lo que leemos en este relato autobiográfico, son más bien las peripecias y ajustes que deben sufrir el narrador, su esposa y sus dos pequeñas hijas, para insertarse en la sociedad alemana. Antes de lograr la tranquilidad, propia a una correcta instalación en la nueva ciudad, los momentos de mayor angustia y tensión del autor, son los provocados por las dificultades de adaptación de sus hijas LaMayor y LaMenor.

En este sentido, quien relata, no nos comparte prácticamente nada de su labor escritural, sino que más bien se dedica a contar, a grandes rasgos su nueva vida berlinesa: “En el puente de abril a mayo se terminó de confirmar el hecho de que ya no éramos turistas en la ciudad. Cada uno con sus cosas, sus espacios, la música de fondo de la rutina es implacable”.

Una organización de secuencias de manera inteligente, siguiendo las estaciones del año, permite enganchar de forma rápida con el relato que en ningún momento cansa, pues gracias a una adecuada dosis de humor, la lectura permanentemente se va refrescando. Alejado de toda falsa ambición, y por el contrario, dueño de una sólida y envolvente sencillez narrativa, el libro Vamos a tocar el agua, se aparta de los tradicionales registros, donde el escritor nos habla de los tormentos y amarguras que se le presentan para escribir en las ya clásicas residencias para artistas.

Una lectura recomendada para acercarnos a la fragilidad y experiencia migrante, que apunta a develar los apremios y desamparos por los que deben pasar todos aquellos que por diferentes razones deben cambiar de país.

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

«Vamos a tocar el agua», de Luis Chavez (Seix Barral, reedición de 2020)

 

 

El escritor costarricense Luis Chaves

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Crédito de la imagen destacada: Editorial Planeta.