«Consequences»: Un broche de oro para el 22° Festival de Cine Europeo

Con una mirada desesperanzadora en torno a la juventud de su continente, el realizador esloveno Darko Štante ofrece un reflexivo cóctel audiovisual y dramático a fin de concluir una nueva versión de esta instancia cultural, y la cual se desarrollará vía streaming hasta el próximo jueves 18 de junio.

Por Aníbal Ricci Anduaga

Publicado el 16.6.2020

«Todo acto tiene consecuencias», es una frase que se usa normalmente para revelar el resultado del comportamiento humano. Podrá ser un acto de bondad el que genere estados satisfactorios futuros, o bien uno ruin que conseguirá hacernos la vida más miserable. Esta relación causa-efecto es la premisa básica de este largometraje.

Andrej es un adolescente problemático que una jueza a relegado a un reformatorio. Su padre es un tipo blando y su madre fría e implacable. Dan su consentimiento para que el muchacho pase sus días recluido en un centro donde les asignan horarios y donde existe un taller y un gimnasio para que descarguen energías. La idea es mantenerlos realizando tareas inútiles para hacer transcurrir el tiempo (rueda de un hámster). Prácticamente no hay esperanzas de reinserción, la sociedad los considera unos buenos para nada. Los tutores también son sujetos blandos, razón por la que estos pequeños delincuentes roban autos y se fugan a veces por varios días. Los castigos no los amedrentan y la policía tampoco ejerce una coerción efectiva. Pasan los fines de semana drogándose y teniendo sexo entre un grupo cerrado de fieles seguidores.

El protagonista rápidamente entra en onda y aprende a delinquir con la ayuda de otros jóvenes abusivos. Zele, el líder mafioso, paulatinamente lo irá acorralando en su negocio de drogas y lo induce a recaudar el dinero que deben los adictos. No es nada tan oscuro, simplemente algo de marihuana y cocaína que regala a los jóvenes del recinto y que les cobra mediante la fuerza o la extorsión de videos grabados con el celular.

Sexualmente son muy permisivos y están siempre al límite. Andrej besa a una chica que ni siquiera le gusta, aunque observa a Zele con atención y siente por él deseos para nada ocultos. El muchacho mafioso le seguirá el juego mientras acepte encargos y pequeños favores de cobranza.

Andrej va por la vida sin frenos y sin poner atención a las consecuencias de su conducta. Confía en su nuevo amigo e ingenuamente se dejará grabar. Zele le pide que robe dinero a una familia con un niño enfermo y Andrej se arrepiente al poco andar. Devuelve lo sustraído y encara a Zele, que no lo tomará bien y lo expondrá ante el resto a través de Facebook. Sus inclinaciones sexuales lo convirtieron en un paria e incluso su padre le dice que no se aparezca más por la casa.

Las consecuencias de sus actos lo han llevado por un camino aparentemente sin retorno, pero Zele se excede y mata a su mascota, razón suficiente para que Andrej le destroce a golpes el rostro. El mafioso no era tan temible y al parecer este desadaptado se sabe defender, pero es indudable que su vida ha perdido el norte y se ha quedado completamente solo.

No vislumbramos un reformatorio particularmente represor, sino más bien el lugar donde van a parar los ciudadanos desechables, aquéllos que no tienen anhelos ni objetivos y experimentan el vacío sin ningún reparo. La sucesión de anécdotas se va encadenando hacia un derrotero ni tan trágico, como si el mismo director hubiese dejado de querer al personaje.

Es patético el futuro de Andrej, entiéndase que tenía como mascota a un hámster y la vida misma de este pequeño delincuente transcurre corriendo sobre una rueda que no avanza ni lleva a ningún sitio.

En un apartado destacable, la naturalidad de estos jóvenes actores para darle cuerpo a una historia insignificante. Aquí la tragedia griega no tiene lugar, simplemente Andrej se despertará al día siguiente, irá a una fiesta y terminará borracho en la banca de una plaza.

Nada importa en este filme con una imagen desesperanzadora de la juventud y ese vacío que se expande es un acierto indudable del director.

 

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Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) ha publicado las novelas FearEl rincón más lejano, Tan lejos. Tan cerca, El pasado nunca termina de ocurrir, y las nouvelles Siempre me roban el reloj, El martirio de los días y las noches, además de los volúmenes de cuentos Sin besos en la bocaMeditaciones de los jueves (relatos y ensayos) y Reflexiones de la imagen (cine).

 

 

 

Tráiler:

 

 

Aníbal Ricci Anduaga

 

 

Imagen destacada: Un fotograma de Consequences (2018), del realizador esloveno Darko Stante.