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[Columna] Las palabras de un croquis: El Café de Flore en el boulevard Saint-Germain

Con esta personalísima reproducción iniciamos la publicación de una nueva sección semanal en nuestra plataforma, y la cual detiene su mirada creativa en este posteo inicial, sobre el lugar y la terraza donde Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre se detenían a conversar, a debatir y a pensar, entre ellos y con los demás.

Por Patricio Hales Dib

Publicado el 13.12.2021

Miro mi croquis cuando en Chile el debate público se ha degradado al insulto y a la descalificación personal que ahuyenta las ideas. El Café de Flore era paradero de polémicas de Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre, pasando horas, discrepando entre ellos y con los demás.

Sabían crear conversando y escribían. Ella en su señero feminismo y él en su intransigencia hasta rechazar el Premio Nobel. En el colegio fue boxeador pero sabía argumentar y escribió Las palabras.

Me detuve ese medio día en París mirando el Café. Sentí que me “pedía” dibujarlo, por su «parisinismo» y por su historia.

Con mi block y con mi salade de thon, me instalé al frente, en la terraza de la brasserie Lipp, observando hacia donde, antes de los existencialistas, se solía instalar Hemingway en ese Café de Flore cuando se cansaba de las amistosas borracheras creativas de Francis Scott Fitzgerald en la Closerie des Lilas, su otro cuartel literario.

Dibujo y pienso. Paso mi mano por las formas y la historia. Son las palabras del croquis.

El café de la escultura de Flora (Flore en francés) había sido centro de encuentro de los conservadores y fue cambiando a ser el espacio de encuentro de discusión apasionada de los otros; fascinantes, que no necesitan de la estigmatización vulgar del adversario (amarillo, upeliento, facho, rojo) para afirmar un pensamiento y discutían sin el alfiler en la mano con la que el sectario inmaduro clava al otro para clasificarlo en su insectario evitando pensar.

Y aún así eran inclaudicables.

Con mi mano fui recorriendo en el papel lo que surcaba mi ojo en el edificio. Acaricio alturas, balcones alternados, barandas de encaje forjado, canterías, fenestración neoclásica, formas de la arquitectura haussmaniana que armonizó el centro de Paris que dejo sugeridas en tinta china por mi mano.

Silueté a la gente de la calle.

Debido a que la pareja de filósofos se paseaba entre el Café y su vecino “Deux Magots”, el municipio de Paris bautizó un pedacito de la vereda y puso en la esquina un letrero pequeño azul que hoy se lee: Place Simone de Beauvoir et Jean Paul Sartre.

 

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Patricio Hales Dib (1946) es un arquitecto titulado en la Universidad de Chile y un político nacional militante del Partido por la Democracia (PPD), colectividad en la cual se ha desempeñado en los cargos de secretario general, miembro de la comisión política, de la directiva nacional y también de su consejo general.

Desde 1998 hasta 2014 ejerció como diputado de la República por las comunas de Recoleta e Independencia en la Región Metropolitana, y también fue embajador de Chile en Francia durante el segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet Jeria (2014 – 2016).

 

Patricio Hales Dib

 

 

Imagen destacada: Café de Flore, 172, Boulevard Saint Germain, París (Croquis in situ, pluma a tinta china impreso en papel de algodón, 1,30 m x 1,0 m), por Patricio Hales.

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