La autora nacional acaba de publicar su libro «Eróticamente poética» (2022), y ese hecho constituye la excusa perfecta para dialogar con ella sobre la intencionalidad de sus versos de corte amoroso, los movimientos feministas, el quehacer cultural y sus proyectos de cara a un incierto futuro.

Por Francisco Marín Naritelli

Publicado el 23.8.2022

«No sufro porque no me ames (…) Sufro porque yo amo más /Porque yo beso más/ Porque yo siento más…».
Deborah Jones

Deborah Jones (Valparaíso, 1979) es artista multidisciplinaria, máster en gestión y dirección de industrias culturales, bibliotecóloga, licenciada en ciencias de la documentación, bibliófila empedernida, escribe desde su infancia, ha participado en varios talleres de narrativa.

Escribe poesía, crónicas y relatos. Amante de la pintura, la música, la fotografía y el cine, ha realizado estudios en distintas áreas tales como dirección de arte para cine y televisión, pedagogía teatral, efectos especiales en maquillaje para cine de terror, literatura, producciones audiovisuales, fotografía, y fomento lector entre otros.

Fundadora del centro de investigación de industrias creativas en la ciudad de Valdivia, creadora de galerías de arte fijas e itinerantes, posee una gran trayectoria tanto en el sector público y privado con más de 20 años de experiencia laboral tanto en el área de bibliotecas, como en gestión cultural.

Sociafundadora de Valdiluvio Producciones, directora, productora y conductora del programa de televisión Valdiluvio Cultural TV. En Valparaíso, funda en el año 2020 el Centro de Investigación y Experimentación Artística, donde actualmente dirige investigaciones, talleres literarios y el laboratorio de color. Asimismo, es cofundadora del Colectivo de Arte Vanguardia.

Hablamos en exclusiva para Cine y Literatura sobre su último libro, Eróticamente poética (Autoedición, 2022). También sobre la poesía amorosa y los movimientos feministas, el hacer cultural y los proyectos a futuro.

«Desnudo parte de mi alma»

—¿Qué significa para ti, en tanto artista, este libro?

—Sin duda alguna, para mí, significa un gran paso sacar este libro a la luz, que esté disponible al público y aún más al mercado.

Es un honor y un verdadero placer poder compartir parte de mi poesía con otras personas, conectar con ellas, que se vean identificadas en algunos versos, con palabras, con situaciones y contextos. Es un libro muy importante para mí, porque desnudo parte de mi alma.

Es mi segundo libro, ya que el primero Verdades del corazón es de poesía también, (pero, no de poesía erótica). Lo autoedité en el año 1999, siendo una veinteañera, y sólo hice seis ejemplares para regalarle a las personas cercanas en ese momento de mi vida.

No fue pensado para difundirlo, ni para la venta, sólo por el afán de regalarles parte de «mi sentir» a mis seres queridos, tiene poemas existenciales, de luchas internas, amor y desamor y algunos muy tristes y desgarradores, por lo que este segundo libro, veinte años después y con una temática erótica, es un gran avance en mi vida artística.

Un libro intenso

—En términos escriturales, ¿cómo organizaste los versos? ¿Hubo un orden más o menos preestablecido?

—Eróticamente poética está conformado por veintidós poemas, todos creados entre el 2018 y el 2021. A uno le pueden gustar todos sus poemas, pero, siempre, algunos más que otros, por lo que fui mezclando, mis gustos y las intensidades de cada uno, de una manera, que el libro sea atractivo para su lectura.

Una montaña rusa de emociones y de sentimientos, subir y bajar, una y otra vez. Empezando arriba y terminando arriba, con la potencia de los últimos versos de «Amarte», que dicen: ‘Dame todo tu ser en ese beso de mañana, / Firma con sangre que extenderás tus manos cada día sobre mi cuerpo / Y conquistarás hasta el fin de los días mis entrañas….’

Realmente intenso, así es este libro: intenso todo, es una de las palabras que mejor lo definen, exploro en el papel las emociones al límite, al límite de mis entrañas.

«Conecto con el pensamiento feminista en algunos temas y en otros no»

—Hoy en día hablar de amor, más bien de amor romántico, es un terreno complejo, dadas las discusiones que han puesto sobre el tapete los movimientos feministas, ¿cómo lo ves en función de lo que significa Eróticamente poética?

—La verdad yo hablo desde mi ser, desde mi todo, desde lo que siento y pienso, y conecto con el pensamiento feminista en algunos temas y en otros no. No soy absolutista.

No me dejo llevar por apreciaciones de los demás, acerca de mi poesía, ya que nace desde mi interior, y todo lo que está allí, es mi verdad.

Es cierto que el amor romántico ha sido relegado en algunos aspectos o por algunos autores y autoras, pero, creo, que uno debe ser como siente, no creo que en el amor hay que poner la otra mejilla y sufrir, aguantar, dejarse marchitar.

Pero, si, cuando uno se enamora de verdad, puedes ver en ese otro ser, una parte que hasta el momento no sabías que te faltaba, o que realmente es «tu alma gemela», no se trata que los seres no estemos completos desde antes, y estemos esperando «esa media naranja», de la cual habla Walter Riso en su libro Los límites del amor, donde con ejemplos nos muestra hasta dónde amar sin renunciar a uno mismo, es un texto muy interesante y explicativo, pero, yo, Deborah Jones, creo en el amor y estoy enamorada.

Eróticamente poética es una reivindicación al amor, al placer, al gozo de dos seres que están juntos, que se quieren, que se desean y se entregan amor en conjunto.

«Mi pluma es erótica, no pornográfica»

—¿Sientes que hay un tabú con la temática erótica? ¿Qué hay cierta distancia vanidosa desde la poesía, digamos, académica?

—La verdad es que antes era más, siento, que aún queda algo de eso, pero, con el tiempo, las personas van entendiendo que hay muchos tipos de poesía, y no sólo las que te enseñaron en la escuela con métricas y rimas.

La poesía es mucho más que eso y tiene distintas aristas, formas, fondos, palabras, signos. Hay poesía para todos, todas, y como quieran identificarse las personas.

La poesía es un mar abierto, un firmamento lleno de estrellas y hay estrellas para todos, una de esas estrellas es la poesía erótica, que traspasa las barreras de las personas, y que puede llegar a conectar con la fibra de otro u otra. Sin conocerle, a kilómetros de distancia.

La academia ha aprendido a amar los diferentes tipos de poesía. Y la erótica, cómo no amarla. Mi pluma es ágil y muy delicada, es erótica, no pornográfica, te hace imaginar, pero, no te muestra y eso es maravilloso porque hay poesía para todos los gustos. La mía es para volar.

Deborah Jones y Renato Salinas

«Mi poesía está cargada de amor divino»

—Hay un poema que se titula «Tu diosa» y otro titulado «Tu cuerpo», entre otros. ¿Crees que existe en tu poesía un cruce entre lo dionisíaco y lo apolíneo, entre el deseo/ cuerpo y lo divino/alma?

—Por supuesto, mi poesía está cargada de amor divino, de la majestuosidad de los encuentros eróticos, del alma volando en el universo.

Concuerdo con lo que dijo Rodrigo Verdugo en la Revista Letras 25 sobre mi poesía erótica y específicamente de mi libro Eróticamente poética, cuando dice que exploro una contradicción: «amar un cuerpo mortal como si fuera infinito».

Reúno en mi poesía el deseo, el placer, el cuerpo, el alma, el gozo, el amor, a veces, también el desamor, aunque en menor relevancia. A todo este sentir, le doy un tratamiento divino.

Porque lo vivo así, porque lo siento así.

«El amor múltiple del cuál habla Alejandro Jodorowsky»

—Ante la pregunta por el amor y qué es, respondes: «solo se siente, /fluye». ¿Y dura mucho, poco?: «Nada, /Un segundo, /Un minuto…». De hecho, este otro verso es paradigmático: «Un cuerpo que ría y se desplome de placer en tu juego. / Un cuerpo que sepa disfrutar…». Pienso en lo lúdico como condición de posibilidad del goce, o donde, más allá de nuestra frágil existencia, lo único que nos queda es el juego.

—Creo que cada ser vive el amor a su manera, idealmente encuentras otro ser con el cual conectas en todos los sentidos, o en un gran porcentaje de ellos.

Hay amores fugaces, pero intensos, hay amores muy largos, algunos de toda una vida y pueden ser planos y extensos cronológicamente. No hay una duración definida para el amor, ni una fórmula matemática que nos diga…

‘Sí…estamos enamorados…’. Sólo se siente, me gusta pensar también, en el amor múltiple del cuál habla Alejandro Jodorowsky, de esos varios estados de el amor, y si te sientes feliz con todos los estados del amor con una misma persona, realmente es algo fascinante. Hablo porque lo sé, hablo, digo y escribo porque lo vivo.

La escritura desde el ‘yo’ y sobre todo de mujeres muchas veces ha sido callada, ha quedado guardada, pero, los tiempos en que hoy vivimos, no son los tiempos en que crecimos, ahora es cuando para revindicar todo lo que pensamos que es digno de ser.

De mostrar lo que antes no se podía mostrar, de decir lo que se siente y cómo uno se siente.

Que la mujer, el hombre, en general las personas, pueden hablar libremente de su sexualidad, sus orientaciones, lo que les gusta y lo que no.

Que nuestros hijos no tengan temas tabú en sus mesas, que seamos libres para dialogar y mostrar nuestras diferencias, porque gran parte de nuestro valor, está en ellas, por lo mismo, siempre me gusta recalcar que somos seres únicos e irrepetibles.

Que tenemos todo el derecho a amar, a quién queramos amar, a jugar, a sentir placer, a dar placer, a sentir nuestros cuerpos, a tener miles de orgasmos si queremos, tenemos derecho a ser personas libres, amar sin culpa, amar sin miedo, vivir todo lo hermoso que trae el amor.

—Me contaste que el libro ha generado mucho interés en los lectores. ¿Qué se siente esa interacción con las personas que leen Eróticamente poética?

—Par mí ha sido maravilloso, la venta del libro en edición digital, antes de sacarla también en papel, me he conectado con muchas personas. Me compran el libro desde otros países y desde muchas ciudades de Chile.

Distintas edades, distintas cercanías, algunas personas amigas, otras sólo conocidas, otras que no he visto en persona en toda mi vida. Me escriben páginas sobre ciertos poemas, de lo que les produce una primera lectura, una segunda, una tercera, que sienten, cómo conectan.

He hecho varias dedicatorias a parejas, porque quieren leer el libro juntos, de varios lugares, varias edades, jóvenes, adultos, personas mayores, los asistentes que he tenido en mis taller de literatura erótica, que partió el año 2019 en Valdivia de forma presencial, y quienes fueron las primeras personas que tuvieron acceso a estos poemas, que en varios años guardé y tenía pudor al mostrar mi alma desnuda.

Fue un proceso, a medida que iba desarrollando mis talleres y creaba ejercicios y tareas para que los participantes se fueran soltando, también al mismo tiempo me soltaba yo, de mis miedos y de mis aprensiones.

Es una grata experiencia para el escritor poder compartir con otros en torno a las letras, relatos, poemas, descripciones de escenas de película, todo eso tienen mis talleres que, luego de la pandemia, los he continuado realizando de forma online.

Sé la conexión que puedo lograr con las personas, y cómo se pueden encontrar y reencontrar una y otra vez en mis letras. Y no sólo hablo de la poesía erótica, sino también en mi escritura de poesía social, melancólica, en mis columnas, mis relatos.

Puedo conectar y me encanta hacerlo.

«Con Renato Salinas somos unos misioneros del arte»

—Cuéntanos un poco de tu trabajo en los espacios culturales.

—Por muchos años he desarrollado en el país una carrera en gestión cultural, paralela a la bibliotecología que es mi profesión que adoro, he vivido en Valparaíso, Coyhaique, Osorno y Valdivia, he participado y organizado ferias del libro, presentaciones, recitales, encuentros, festivales, creado galerías de arte, he trabajado en mi vida con muchas personas maravillosas, he nacido, crecido y madurado en el arte y por el arte.

Todos y cada uno de los lugares los atesoro en mi corazón.

La gestión es difícil, es un trabajo duro, por eso siempre busco especializarme, aprender, seguir desarrollando mis talentos y potenciar el talento de las personas, especialmente de los más pequeños, abrir sus mentes y decirles que pueden, si se esfuerzan, si creen en ellos.

La difusión es una parte muy importante en Chile, aún falta desarrollo, hay muchos creativos y no todos saben como potenciarse ni cómo ayudar a otros.

—¿Qué proyectos tienes por delante?

—Seguir escribiendo, pintando, creando obras audiovisuales, trabajando arduamente en mi Centro de Investigación y Experimentación Artística que tiene las áreas de investigación, talleres literarios y el laboratorio de color, conjuntamente a eso seguir trabajando en el Colectivo de Arte Vanguardia que fundamos el año 2021 con mi novio amado el escritor y poeta Renato Salinas, con el cual realizamos diversas actividades gratuitas.

Desde festivales literarios para escuelas, a lives de poesía performática con transmisiones directas por distintas plataformas y redes sociales. Somos misioneros del arte, lo vivimos, lo sentimos y lo compartimos. Tenemos muchas sorpresas para más adelante. vivir en el arte y por el arte en todas sus formas.

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Francisco Marín-Naritelli (Talca, Chile, 1986), además de periodista y de magíster en comunicación política (titulado doblemente en la Universidad de Chile) las ejerce también como profesor en la Universidad Andrés Bello y como un prolífico escritor nacional, cuyas últimas publicaciones son el libro de cuentos Interior con ceniza (Ceibo Ediciones, 2018), el volumen experimental de El perfecto transitivo (Filacteria, 2019) y Aguante! (Filacteria, 2021).

Igualmente fue el director titular y responsable del Diario Cine y Literatura, entre agosto de 2017 y mayo de 2020.

«Eróticamente poética», de Deborah Jones (2022)

Francisco Marín-Naritelli

Imagen destacada: Deborah Jones.