«Las cruces»: Justicia documental

Este largometraje de no ficción -de cercano estreno en la cartelera local- toca varios puntos sensibles de nuestra atormentada historia reciente: la participación de civiles en la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet (en este caso a través de una poderosa empresa y de sus propietarios, una destacada familia nacional) y que sean los uniformados autores de crímenes de lesa humanidad, quienes en última instancia se confiesan.

Por Alejandra Boero Serra

Publicado el 20.1.2020

A 45 años del Golpe de Estado en Chile (11 de septiembre de 1973), los directores Carlos Vásquez Méndez (24 Preludes. Majorcan Diary, 2012; Winds of the east, 2014; Pewen. Araucaria, 2016) y Teresa Arredondo (Days with Matilde, 2011; Sibila, 2012) remueven la memoria con el documental Las cruces (2018). Revuelven archivos. Escuchan las voces de los victimarios. Entrevistan a las familias de las víctimas. Enrostran a la historia oficial el relato silenciado.

El 11 de septiembre, a siete días del golpe, 19 obreros de la CMPC (conocida popularmente como «La Papelera») son detenidos a la salida de su trabajo. Operarios marcados en la lista negra de la empresa por su participación en el sindicato y pertenecer a partidos de izquierda.

La masacre de Laja es perpetrada por policías, no por militares. Y con la anuencia de civiles. Un pacto de silencio que se rompe 40 años después por el testimonio de un policía.

Este documental toca puntos sensibles: la participación de los civiles en dictadura y que sean los autores de crímenes de lesa humanidad quienes se confiesan.

A través de un registro visual que sigue el recorrido que hicieron los detenidos desde el momento en que los prenden hasta la ejecución somos espectadores de una geografía partida -La Laja y San Rosendo- unidas por el Puente Ferroviario La Laja sobre el Río Biobío. Y junto, el material intervenido de la carpeta judicial: palabras claves que van marcando un derrotero de impunidad y de ocultamiento, no el archivo original -como si los directores hubiesen visto allí lo que la justicia no quiso, las maquinaciones de lo siniestro, la historia de los vencedores- sino fotocopias tachadas, marcadas en la búsqueda de la otra cara, la sombra ominosa del crimen. Esa estética de archivo es la que acompaña, también, a los créditos. Y una toma de posición en la manera de filmar: una imagen que difiere de la digital, el uso del 16mm como acto de resistencia. Un trabajo preciso y precioso sobre la memoria histórica. Hablar de lo que no se quiere. Seguir abriendo camino hacia la reparación. Plantar mojones contra la impunidad. Y sentir, que en algún momento, la justicia será una realidad. Mientras tanto, la revuelta desde el arte. Y como dice el director: «El objetivo de cualquier sistema moral y político es prevenir la recurrencia de genocidios en cualquier lugar. La película aborda tal tarea haciendo esta historia viva y presente: porque aún hoy hay seres humanos que destruyen las vidas de otros».

Vásquez Méndez y Arredondo (re)construyen, (des) traman la masacre sin golpes bajos con fragmentos de declaraciones en off de documentos oficiales y la fábrica, los bosques, el tren, las rutas donde pasado y presente se funden, sin distinción. La historia. La memoria. El arte del documental: puente necesario y fundamental.

Distinguido en el FID Marseille y ganador de los premios Mejor Largometraje, Mejor Guion, Mejor Dirección de Fotografía, Premio Jurado Ciudadano en el 11° Festival de Cine Chileno (Fecich), Las cruces es un valiosísimo aporte no sólo al arte documental y a esta tragedia en particular sino a todas las que aún están esperando justicia en esta, nuestra herida Latinoamérica.

 

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Las cruces: El documental que denuncia la vinculación de «La Papelera» con la Matanza de Laja y de San Rosendo en 1973.

 

Alejandra M. Boero Serra (1968). De Rafaela, Provincia de Santa Fe, Argentina, por causalidad. Peregrina y extranjera, por opción. Lectora hedónica por pasión y reflexión. De profesión comerciante, por mandato y comodidad. Profesora de lengua y de literatura por tozudez y masoquismo. Escribidora, de a ratos, por diversión (también por esa inimputabilidad en la que los argentinos nos posicionamos, tan infantiles a veces, tan y sin tanto, siempre).

 

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Las cruces (2018).