[Novedad] «Ejercicios de memoria»: Un repaso a la vida desde la ceguera

Luego de haber perdido la visión a causa de un glaucoma ocular, el desaparecido narrador italiano Andrea Camilleri escribió estas crónicas que reverberan los momentos claves de su existencia, y las cuales fueron ilustradas por artistas gráficos de la estatura de Alessandro Gottardo, Gipi, Lorenzo Mattotti, Guido Scarabottolo y Olimpia Zagnoli.

Por Sofía Stark Bittencourt

Publicado el 21.4.2021

Mirar la vida con perspectiva y desmenuzarla según los momentos singulares y memorables que se hayan vivido, es un ejercicio que requiere de paciencia, claridad de mente y una intención.

No importa si es para dejar una herencia, un recuerdo tangible, una pequeña huella en la Historia o recapitular las situaciones irrisorias de la existencia que bien valen la pena quedar por escrito.

Seleccionarlas, recordarlas y desplegarlas con agudeza en veintitrés crónicas, son los Ejercicios de memoria (Salamandra, 2020) que llevó a cabo el guionista y novelista italiano Andrea Camilleri (1925-2019) con el objetivo de concebir algo distinto después de publicar su centésimo libro y tras haberse quedado ciego producto de un glaucoma.

Porque esa es la gracia que esconde esta obra, ser un relato oral que resume una vida donde el ojo estuvo atento a los detalles más pequeños y que al mismo tiempo se transforman en destellos que podrían amenizar una tarde del domingo, sorprender a una audiencia, alegrar un café con amigos, o reunir a la familia en un almuerzo de fin de semana.

Cada uno de los relatos está cargado de buen humor y presentan un lenguaje ameno, ágil y juguetón.

Hilar historias cortas, con toques curiosos y que den cuenta de lo insólitos, requiere no solo de haber estado en el lugar y tiempo indicado, también de talento y destreza mental.

Un dictado de memorias con un relato atrapante es un ejercicio que tal vez es algo que puede hacerse tras una extensa carrera de escritura de puño y letra, como la de Camilleri.

Anécdotas como las ocurridas en Las cenizas de Pirandello, La casa de campo, La sustitución, El circo Pianella y Un encuentro con bandoleros, combinan humor y pillería en situaciones donde aparentemente la seriedad debiera ir por delante: un rito funerario que nunca se lleva a cabo, una familia que debe aprender a convivir mientras escapa de la guerra y bombardeos, la usurpación de identidades para proteger una encomienda en medio de la Guerra Civil española.

Todos ellos atraen por su ritmo y final inesperado.

 

El recuerdo de las imágenes

Camilleri tuvo una ferviente relación con las artes y narra su participación en guiones de cine y de teatro en relatos como Con Antonioni, Serbati Angelo y Pietro Sharoff.

No deja fuera la particular anécdota que refleja su estilo liviano e irónico presente en Mis Premios, en la cual expone el acercamiento competitivo e infantil que mantuvo con el novelista británico Ian McEwan en una entrega de premios literarios.

El espacio de valoraciones personales también es parte de esta obra y se abre como una ventana de aire fresco en historias donde habla de belleza, de sus propias debilidades y las recomendaciones que le hace a un hombre deprimido y despechado porque su amante lo ha dejado.

Y si de amantes se trata, Camilleri da cuenta de su inclinación apasionada hacia el arte con las ilustraciones coloridas y surrealistas que se encuentran en la obra.

Estas pertenecen a los dibujantes italianos Alessandro Gottardo, Lorenzo Mattotti, Guido Scarabottolo, Tullio Pericoli y Olimpia Zagnoli, quienes representaron —en palabras del autor— el sentimiento de las historias presentes en el libro.

¿Cómo es posible ciego pidiera esto si no las podría ver?

Camilleri expone en este libro, y a modo introductorio: “siempre me ha gustado el arte y cuando ya no soporto la oscuridad a la que estoy condenado, me reconforta recordar, pincelada a pincelada, los cuadros que más he apreciado en mi vida, y de ese modo vuelven a mi mente los colores. Así pues, aunque yo no las viera, pedí que me describieran con todo detalle las ilustraciones de mis compañeros de libro, que reconstruí en mi imaginación, y que lo confieso, me gustaron mucho”.

No resultan triviales estas palabras, cuando un año después de la publicación original de este libro (2017) dijera en una entrevista al diario español El Mundo:

“Me esfuerzo sobre todo por retener los colores. De hecho mis sueños ahora están repletos de colores, hay colores por todos lados, tengo unos sueños bellísimos como no los he tenido nunca. El cuerpo es una cosa increíble. Apenas he comenzado a perder la vista, los otros sentidos han comenzado a recuperar vitalidad (…) desde que estoy ciego todos mis sentidos se han activado para ayudar a ese otro que he perdido. Y yo me ejercito todo lo que puedo, tratando de recordar y de fijar en mi mente pinturas e imágenes que amo”.

 

***

Sofía Stark Bittencourt (Santiago, 1992) es periodista y se ha desempeñado en diversas áreas de las comunicaciones. Dentro de sus intereses están los deportes, la literatura, el cine, los documentales y las series. Es la creadora del blog @tengoalgopacontarte.

 

«Ejercicios de memoria», de Andrea Camilleri (Salamandra, 2020)

 

 

Sofía Stark Bittencourt

 

 

Imagen destacada: Andrea Camilleri.