[Crítica] «Sala de profesores»: Tensiones políticas y sociales en la Alemania actual

Nominada por la industria audiovisual germana a fin de competir en la categoría de mejor película extranjera para los premios Oscar que se dirimirán este domingo en Los Angeles, Estados Unidos, el filme del realizador de origen turco İlker Çatak, es un potente drama con tintes de thriller que mantiene la atención y un concentrado suspenso desde el arranque.

Por Cristián Uribe Moreno

Publicado el 7.3.2024

Este fin de semana, concretamente el domingo 10 de marzo, se llevará a cabo la ceremonia de premiación de los Oscar en su versión 96°. Si bien la atención de todos se centra en las categorías principales, este año en el apartado de Mejor Película Extranjera, compiten cintas tremendamente interesantes, que en algunos casos han tenido la bendición de la crítica y del público, mientras otras son más desconocidas por estos lados.

Así, las dos realizaciones que aparecen como las favoritas son La sociedad de la nieve de Juan Antonio Bayona y La zona de interés de Jonathan Glazer. A esto se suma Perfect Days del veterano Wim Wenders y la agobiante Io, capitano de Matteo Garrone, convirtiendo a esta categoría en una de las más disputadas del certamen anual.

Dentro de este selecto grupo, aparece La sala de profesores de Ilker Çatak, filme que compite en representación de Alemania.

Sin embargo, y aunque las posibilidades de quedarse con el premio por parte de la obra audiovisual del realizador germano de origen turco İlker Çatak son escasas, el presente largometraje es un potente drama con tintes de thriller, y el cual mantiene la atención y un concentrado suspenso hacia su espectador, desde el arranque.

 

«Si fracasamos, fracasamos juntas»

Carla Nowak (Léonie Benesch) es una profesora polaca que hace clases en una secundaria en Alemania. El establecimiento educacional tiene un conflicto por una serie de robos entre los alumnos. Los profesores interrogan a un par de estudiantes, ante la atónita mirada de Carla, hasta dar con un posible culpable.

Nowak decide recurrir a una cámara escondida logrando captar una imagen de una persona cuando saca dinero desde una chaqueta. Ella encara a la mujer, que resulta ser Friederike Kuhn (Eva Löbau), la madre de Oskar, el estudiante más destacado de la clase de Carla.

Friederike trabaja desde hace años en el colegio como secretaria y niega absolutamente todo, sin embargo, es apartada de su puesto hasta que la junta del colegio tome una decisión. Esto provoca que Oskar resienta la situación de su madre y comience a mostrar una actitud rebelde hacia la profesora y el establecimiento.

El relato lo que hace es recoger una serie de tensiones que se dan en la sociedad germana y que son el centro de una situación que parece estar a punto de explotar. Un conjunto de hostilidades de carácter racial, social y etarias salen a flote. En este contexto, la profesora Carla trata de solucionar todo los flancos que se van abriendo, sin renunciar a su vocación de educadora.

La actuación de Léonie Benesch es fundamental para sostener el relato. Ella es el nexo entre los diferentes conflictos que se producen en la sala de clases y la sala de profesores. Con un idealismo pedagógico y una paciencia infinita, trata de solucionar los problemas sin ceder en su integridad.

Así, la narración se vuelve una sucesión de hechos que van presionando a los personajes, ganando en emoción y manteniendo al espectador interesado en el desenlace.

La película se inserta en el grupo de realizaciones que tiene como escenario la sala de clases: Entre muros (2008), Mentes peligrosas (1995) o Semilla de maldad (1955), solo por nombrar algunas que marcaron época. Historias que tienen en común la entereza del profesor, que aterriza en medio del aula para conectar con los estudiantes, un tanto inconformistas, otro tanto perdidos.

En el largometraje La sala de profesores, el director alemán de origen turco, İlker Çatak extiende el conflicto al salón de los profesores porque básicamente, en la educación de los estudiantes, los educadores parecen tan perdidos como sus pupilos.

De esta manera, y en esa enseñanza que recae principalmente en los profesores, el filme recuerda la importancia de la familia en este proceso: Carla llama a la madre de Oskar para pedir su ayuda para controlarlo. Ella se niega y le espeta el fracaso como profesora. Y Carla le contesta de manera genial: «Es su hijo. Si fracasamos, fracasamos juntas»

La realización alemana es una mirada más integral sobre los conflictos de una sociedad que no encuentra las respuestas a sus problemas y en torno a la forma en la cual estas coyunturas repercuten en la sala de clases.

 

 

 

 

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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.

También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.

Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó también el libro Versos y yerros (Ediciones Luna de Sangre, 2016).

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

 

Cristián Uribe Moreno

 

 

Imagen destacada: Sala de profesores (2023).