«El desborde», de Eugenio Tironi: El quiebre de las expectativas

La obra del sociólogo chileno (Planeta, 2020) tiene grandes aciertos y goza de un estilo de escritura propio de un ensayista consumado. Es necesario leer este libro, sobre todo en tiempos de cuarentena (está también disponible como eBook), pues a pesar de que el autor se lanza una novena de consejos para seguir el estallido social que sacude al país desde el 18 de octubre pasado, tampoco crea que acá tenemos la biblia de las explicaciones.

Por Alberto Cecereu

Publicado el 6.4.2020

Eugenio Tironi es un viejo conocido de la fauna chilena. Ha sido —sin miedo a equivocarme— uno de los autores intelectuales de la densidad ideológica de la Concertación. Coalición gobernante, la más exitosa de la historia chilena, que le cambió la cara al país.

Tironi, una vez más, se aventura en un libro temprano para un fenómeno que aún no termina. A pesar de que la pandemia actual ha permitido una pausa sobre el movimiento social, el estallido y la crisis que comenzó en octubre de 2019, todos sabemos que pasada la pandemia esto va a seguir. De todos modos, Tironi lanza este libro no como una granada, sino como una especie de salvavidas. Quiere lanzarnos un ensayo breve para que podamos respirar en este intento de revuelta. O en su defecto un mensaje en medio del naufragio. Como esas botellas que encuentras en medio del mar, mientras se ahogan los desesperados.

Da la sensación de que Tironi es uno de esos desesperados que no se quiere ahogar. No siente culpa. Tampoco debería sentirla. Sino que pareciera que siente grados de responsabilidad en observar erradamente la sociedad chilena. El autor, siempre estuvo al filo. Cerca de anunciar lo que pudo venir. Pero, quizás por falta de agudeza —¿o de independencia?— no lo logró. Tironi goza de una gran inteligencia. Sus libros anteriores así lo han demostrado. Pero, quizás por pecado de profesión, es que limita sus análisis a temporalidades cortas. Falta en sus análisis insertarlos cabalmente en un largo tiempo de contexto histórico, tributando las configuraciones culturales de los pueblos y, por último, contextualizando dentro de lo que sucede en el resto del mundo.

Eugenio Tironi describe la crisis de legitimidad que se develó el 18 de octubre como un desborde, tomando prestado el concepto del francés Bruno Latour y de paso lo ejemplifica con el caso del accidente nuclear de Chérnobil: “Un trastorno inesperado que desata alarma, incertidumbre, ansiedad y polarización en la población.” Concuerdo que estos desbordes generan un profundo debate, quiebres públicos en los discursos, y una pérdida de credibilidad abismante de las autoridades. No obstante, he ahí el problema del autor. Habla a partir del desborde y en torno de este. Proyecta. Analiza. Contextualiza a partir del fenómeno inesperado que generó alarma. A pesar de que se apropia de ese seductor concepto, El Modelo, para explicar lo que provocó el desborde, lo conceptualiza como dispositivo. Cuando no es un dispositivo, propiamente tal, sino que es el origen de los dispositivos que permiten su funcionamiento. Tironi no ahonda más ahí, en una explicación foucaultiana del asunto, sino que deslinda otros derroteros sociológicos.

Mientras Tironi habla de airbargs para describir cómo se caen las “instituciones tradicionales de cohesión social”, Habermas mucho antes habló de crisis de lenguaje, de erosión del Estado Nación. Chesnais, ya en 2009, hablaba de que visualizaba una crisis que tenía características de las condiciones del capital de los años 30 y 40. En el 2002, Stiglitz hablaba del malestar de la globalización y cómo la burocracia internacional había fallado en sus promesas. En 2001, Flores, Spinosa y Dreyfus, sostenían que habíamos perdido sentido en el hacer historia, y nos estamos arrastrando indudablemente a una inercia social.

Tironi se acerca ahora a lo que dijo Anthony Giddens en 1998, cuando advertía sobre el quiebre del consenso del bienestar. Giddens y el nuevo laborismo fracasaron estrepitosamente, a pesar de que analizaron bien el contexto, pero no les fue suficiente para aportar ideas de transformación social. Nuestro autor, reconoce en su prefacio, que este libro no contiene nuevas miradas. Se reconoce viejo. Lo que no es malo. Al ser un artefacto de antigüedad, requiere de otra mirada para entenderlo. Lo que tampoco es malo. Pero puede fracasar por estar corto de vista. He ahí un problema.

El desborde (Planeta, 2020) de Eugenio Tironi, tiene grandes aciertos. Goza de un estilo de escritura propio de un ensayista consumado. Es necesario leer este libro, sobre todo en tiempos de cuarentena (está disponible como eBook). A pesar de que el autor se lanza una novena de consejos para seguir este desborde, tampoco crea que acá tenemos la biblia de las explicaciones.

 

***

Alberto Cecereu (1986) es poeta y escritor, licenciado en historia, licenciado en educación, y magíster en gerencia educacional, además de redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

«El desborde», de Eugenio Tironi (Planeta, 2020)

 

 

Alberto Cecereu

 

 

Crédito de la imagen destacada: Tironi Asociados.