[Ensayo] «American Fiction»: Los imaginarios del poder social

Disponible para su visionado en la plataforma de streaming Amazon Prime, la ópera prima del realizador estadounidense Cord Jefferson acaba de obtener el Oscar al Mejor Guion Adaptado en la reciente ceremonia celebrada por la Academia norteamericana hace tan solo algunas semanas atrás.

Por Cristián Uribe Moreno

Publicado el 17.3.2024

La sorpresa de este año 2024 en las nominaciones a los premios Oscar, fue la película independiente American Fiction de Cord Jefferson, un guionista que realiza su primera incursión en la dirección, logrando un filme bastante atractivo para la Academia puesto que lo destacó en varias categorías, incluyendo Mejor Película, y que terminó obteniendo la estatuilla por Mejor Guion Adaptado.

El guion hecho por el mismo Cord Jefferson, traslada a la gran pantalla, la novela de Percival Everett, Erasure (2001). Texto elogiado en su tiempo, pues a través del humor el autor se hace cargo de los estereotipos raciales y la hipercorrección que se tomaba la cultura en ese entonces.

El protagonista de la historia es Thelonious «Monk» Ellison (Jeffrey Wright), un profesor universitario afrodescendiente de literatura inglesa y novelista, que tiene una crisis creativa. Está luchando por publicar su nuevo libro pese a que, como le explica repetidamente su agente, las editoriales no creen que sus escritos sean «lo suficientemente negro».

Además, el protagonista se enfrenta al éxito de una novela llamada We’s Lives in Da Ghetto, de una novel escritora afrodescendiente que se ha convertido en un éxito de ventas a nivel nacional y una de las favoritas de la crítica especializada, que ve en esta obra la representación fiel de la cultura negra callejera.

En un arranque de imaginación y de malestar, Thelonious escribe un libro llamado My Pafology, antes de cambiarle el título a Fuck, un título en clave satírica llena de lugares comunes y estereotipos relacionados a la cultura afroamericana.

El texto lo firma con un seudónimo, inventando un autor que sería un exconvicto negro, escondido de la justicia. Para sorpresa suya, el libro se convierte en su obra más vendida hasta ese momento, despertando el interés del público, la crítica y de Hollywood, que quiere llevarlo al cine.

 

Entre la ficción y la realidad

El relato se construye en torno a la vida personal de Thelonius —con su madre y su alzhéimer incipiente—, de Cliff —el hermano divorciado que vive su vida loca— y de Coraline (Erica Alexander), una mujer con la cual comienza un romance.

De esta manera, el retrato que el filme forma del escritor es la de un individuo muy inteligente y con un humor muy agudo y corrosivo, pero con grandes problemas para entender al prójimo. La narración coloca al protagonista en una situación en la que debe lidiar con sus parientes, amigos y enamorada, tratando de entender sus propios demonios, mientras que su alter ego, creado para reírse de los estereotipos, crece y va desarrollando una existencia propia, más exitosa que la de él.

El filme trabaja los confusos entramados existentes entre la ficción y la realidad, convirtiendo a Thelonius en un personaje absorbido por la creación literaria. El relato se prodiga en dar una mirada más realista a los problemas que enfrenta la colectividad afrodescendiente más allá de lo que cierta parte de la sociedad norteamericana percibe de manera corriente.

Así, y en ese choque de ideas sobre grupos sociales, está la voz propia del escritor, quien también cae en ese reduccionismo al tratar a sus cercanos, en base a ideas preconcebidas que él mismo ha construido. Y es aquí donde el protagonista crece como persona superando la mirada estrecha de los estereotipos que no lo dejaban llegar a entender realmente a las personas.

Hacia el final, la premisa con que se mueve el largometraje, entra en caminos cuyos cierres no están a la altura de lo que se ha narrado y va en declinación perdiendo la fuerza que había acumulado. Esa corrosiva observación que irrumpe en un comienzo va paulatinamente diluyéndose en un final discutible que juega con la idea de desenlaces felices y conclusiones efectivas.

Para ser una ópera prima, American Fiction del director Cord Jefferson, plantea un interesante juego entre ficción y realidad. O entre lo que se espera que sea real y lo que resulta de esa operación que crea la «realidad».

Este análisis de como las sociedades tienden a ver a distintos grupos de conciudadanos está en la palestra de los problemas actuales, con la ampliación de estereotipos en las redes sociales y de noticias que muchas veces son falsas pero que algunos consideran como ciertas porque son parte de lo que el imaginario del poder ha modelado para el público.

Cuestión de la cual nuestro país no escapa y que se puede comprobar todos los días con la información que enardece las distintas plataformas con las cuales se bombardea al público nacional para que odie y ame a ciertos sectores sociales.

 

 

 

 

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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.

También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.

Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó también el libro Versos y yerros (Ediciones Luna de Sangre, 2016).

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

 

Cristián Uribe Moreno

 

 

Imagen destacada: American Fiction (2023).