Fragmento de «A ti siempre te gustaron las niñas»: La epifanía de una sombra

Un cuarteto adolescente (Nicolás, Cristian, Rodrigo y Andrés) es la polifonía de voces que pueblan esta nueva novela que exhibe un paisaje escolar clase mediero que convoca a esa moral tan chilena de las apariencias disfrazadas de protocolos, de comportamientos frágiles, de maquillajes sociales y confesiones representadas para fijar un álbum familiar del país, a estas alturas rosario creciente de una cultura chilena adicta de cierto sentido común conservador. Por estos días, el autor se encuentra promocionando su obra en el contexto del III Encuentro Hispanoamericano de Escritores que se realiza en Santa Clara, Cuba, y donde aquél participa como invitado.

Por Francisco García Mendoza

Publicado el 7.12.2017

Cristian

1

Las luces de la sala están apagadas y abro la puerta. El frío entra conmigo. Está oscuro. Busco en la muralla y enciendo la luz. Ahí está Nicolás en su mesa. Tiene un gorro azul marino y debajo los audífonos. Solo escucha música y levanta la cabeza cuando se percata de que alguien ha iluminado la sala. Me saluda y yo me siento un puesto más atrás. No alcanzo a oír si es que me dice algo, me gusta caminar con la música al máximo. Rodrigo va con Andrés, no tardarán en llegar. Apenas son las siete y treinta. El colegio está silencioso y frío. Se pueden sentir los pasos de algún profesor caminando por el pasillo. Las conversaciones de alumnos de otros cursos que van a sus salas. Los neumáticos al presionar las piedras que hay en el estacionamiento. Luces que se encienden, que se apagan. Pasos. Murmullos que se pierden. Aún está oscuro, no amanece y a esta hora los ruidos parecen amplificarse. Se me enredan los audífonos al tratar de tomar asiento. Cada uno de los puestos es como una extensión de la cama. Al menos hasta las ocho, cuando el timbre del colegio se transforma en despertador.

 

2

-Acordémonos de que estamos en la santa presencia del Señor…

-¡Adorémosle!

-Santa María, madre de Dios/ ruega por nosotros pecadores/ ahora y en la hora de nuestra muerte/ Amén.

El profesor cree que se las sabe todas, algo intuye. Algo huele con su nariz porcina. Primero sacaron a Andrés, se lo llevaron de clases y lo mandaron a conversar con la sicóloga. Luego nos contó que le habían preguntado si acaso era gay. Él lo negó una, ¿estás seguro?, dos veces. Además le preguntaron si sabía algo acerca de unos rumores sobre Nicolás. Que nada, que no tenía idea. Que si sabía algo le contara, que esto quedaba entre los dos y que las puertas estarían siempre abiertas. Hoy sacaron a Rodrigo, el olfato marrano nuevamente. ¿Será que entre sus labores de profesor jefe está el configurar una lista con posibles casos de homosexualidad? Como le pagan por hacer nada en las clases de Religión, mejor se dedica a esto. Elabora una lista con una cantidad prudente de sospechosos. El diez por ciento, dice que ha escuchado. Sin embargo, no tiene idea de que a veces se dan las excepciones. Llama, saluda, pregunta, indaga, deriva y tacha. Llama, saluda, pregunta, indaga, deriva y tacha. Llama, pregunta, pregunta, indaga, tacha. Tacha. Tacha. Indaga. Tacha. Tacha. Tacha. Deriva. Pregunta, indaga. Tacha, tacha, tacha. Saluda, pregunta, indaga.

 

3

A mí no me preguntó si era o no era. Tal vez no se me nota. Solo quería hablar y saber de mis intereses. Tacha. Que cualquier cosa podía confiar en ella, que quedaba entre nosotros. Si me estaba yendo bien con las asignaturas. Que qué quería estudiar y todas esas cosas. Tacha.

Me preguntó también la sicóloga si acaso reconocía la letra de unas cartas. Obviamente le dije que no. Y al final agregó que no me juntara con Nicolás, que era una mala influencia. Eso me dijo la culiá.

 

4

-¿Qué te dijo?

-Que no me juntara contigo.

-¿De verdad?

-Obvio.

-¿Qué onda ese Cerdo?

-Que si no quería bajar mis notas que mejor no me juntara contigo.

-Seguro el Obeso le fue con el cahuín. Viejo maricón.

 

Apunte:

Maricón no suena del mismo modo si lo dice un maricón.

 

5

Santa María, madre de Dios/ ruega por nosotros pecadores/ ahora y en la hora de nuestra muerte/ Amén.

Cuando nos toca la clase de Religión, son tres los profesores que llegan a la sala. Tres profesores para tres grupos en que es dividido el curso. Del uno al doce, del trece al veinticinco, y el resto. Rodrigo, Nicolás y yo estamos en el mismo grupo, Andrés queda solo en el primero. En este colegio hay para pagarle a tres personas que no hacen prácticamente nada. Nos dedicamos a cantar cancioncitas y a jugar jueguecitos que no mucho contribuyen. Si se quiere ganar plata por hacer nada hay que ser profesor de Religión. Esta clase es ideal para hacer los ejercicios de Matemáticas o para ponerse a escuchar música.

A veces ocupamos esta hora para hacer trabajos atrasados. Como los de Química, que son mapas conceptuales de un mínimo de cien conceptos. ÁCIDO/ BASE/ NEUTRALIZACIÓN/ DISOLUCIÓN/ CELDAS ELECTROLÍTICAS/ REDOX. Algunos aprovechan las horas para dormir. No faltan los zorrones que hablan de las minas que se van a tirar el fin de semana. Prefiero los audífonos.

 

Apunte:

¿Por qué a todos les da vergüenza decir qué música escuchan?… escucho de todo, dicen.

OXIDACIÓN/ REDUCCIÓN/ HIDRÓLISIS/ Tieeeneees una idea falsa del amooooor, nunca fueee un contrato ni una imposicioooón // 5x² – 41x = 0/ / DISOLUCIÓN DE SULFATO DE COBRE/ REDOX/ Yo no soy esa mujer, que no sale de casa, y que pone a tus pies lo mejor de su alma. No me convertiré…

 

6

Y pensar que ahora cada uno seguirá su propio camino, ya no serán las mismas caras cinco días a la semana durante ocho horas diarias. Y pensar que ya no me levantaré con la seguridad de saber lo que pasará el resto del día, pensar que voy a extrañar eso. El curso, todo, cada sujeto que lo constituye. Pensar en las ausencias, los nuevos desafíos, los nuevos caminos que se nos muestran enfrente. Pensar que son muchos y que cada uno deberá escoger el que va a seguir. Solo, más solo que nunca. El Gordo dijo que no volveríamos a ser amigos, que hasta aquí llegamos todos. Saluda, pregunta, indaga. Quiero pensar que se equivoca, que habla desde su mala experiencia, que generaliza arbitrariamente. Llama, tacha, pregunta. Tacha. Tal vez Andrés y Rodrigo no se reconcilien nunca, tal vez Nicolás termine estudiando lo que siempre quiso estudiar. Y, bueno, yo no sé qué pasará con los demás.

Apenas nos queda un año. Un año para que toda esta seguridad (¿mierda?) termine.

Ruega por nosotros Santa María, madre de Dios. Ruega por nosotros, Santa María. Ruega por nosotros, madre de Dios. Santa madre de Dios. Ruega por nosotros pecadores. Santa María, ruega por nosotros, madre de Dios.

 

8

El Porcino nos lleva al cuarto piso a ver una película sobre unas lesbianas. Llama. Como un documental en donde hablan y opinan sobre lo que significa para ellas ser eso. Pregunta, indaga. Son colegialas y las entrevistan en un parque del centro, muy verde y obvio que hicieron la cimarra. Las ponen en una situación incómoda.

La juventud hoy en día. Según el Gordo ese es el tema a tratar. Reflexionar acerca de lo que significa ser joven. Las libertades y responsabilidades de un adolescente. El riesgo de explorar. No lo dicen, nunca lo admitirían, pero prefieren que nos hagamos una paja a que descubramos otros cuerpos similares a los nuestros.

Santa María, madre de Dios…

Santa María, madre de Dios…

Santa María… Santa María… Tacha.

 

9

-Cristian, dime la verdad.

-¿Qué verdad, profe?

-¿A ti te gustan…los hombres?

-No, profe.

-¿Estás seguro?

-Estoy seguro, de verdad.

-¿Y sabes si alguno de tus compañeros…?

-No sé.

-¿Seguro? ¿Tus amigos?

-No sé.

-Cristian, cualquier cosa me cuentas, ¿ya?

-Sí, profe, obvio que sí.

 

10

En la clase de Sexualidad/Religión el Cerdo nos contó que todos los hombres tienen el pene con forma de gancho. Porque así se acopla perfecto con la vagina y es posible la reproducción, dijo. Con Nicolás deducimos que el profe tiene el pene con forma de gancho.

Es cosa de mirar en Internet y ver distintas formas. Viejo ridículo.

 

La novela publicada por la editorial Libros de Mentira (2017)

 

El autor de «A ti siempre te gustaron las niñas», el escritor chileno Francisco García Mendoza (1989)

 

Crédito de la bajada o entradilla: Juan Pablo Sutherland

Imagen destacada: La actriz española Maribel Verdú en un fotograma del filme «El año de las luces» (1986), del realizador hispano Fernando Trueba