«Godard, mon amour», de Michel Hazanavicius: Bajar del pedestal al ídolo

Este largometraje de ficción retrata a una de las figuras emblemáticas de la Nouvelle vague obsesionada con Mao, con el proletariado, pero que trataba a las personas tal como cualquier fascista podría haberlo hecho. Así, el filme exhibe a un hombre inseguro y con complejos. No es que la película quiera reírse de él, más bien es una forma de aterrizar a los grandes personajes artísticos. Sus bajezas, de hecho, pueden servir para entender sus geniales obras cinematográficas.

Por Rodrigo Torres Quezada

Publicado el 16.9.2018

Godard, mon amour (Le Redoutable, 2017) es un filme del director francés Michel Hazanavicius, el mismo de la aclamada The Artist. Estrenado en 2017, la obra muestra de forma realista, pero con mucho sarcasmo, el lado más sombrío o caricaturesco del icónico director perteneciente a la Nouvelle vague (la Nueva Ola) del cine francés sesentero: Jean-Luc Godard.

El título que se le dio en español a esta película fue el de Mal genio (el original era Le Redoutable, apodo de algunas embarcaciones de la armada francesa), nombre no muy acertado pero que quizás obedece a una idea de evidenciar la característica más reconocible de Godard dentro del filme: un director cascarrabias que hasta resulta desagradable. Así, el largometraje recuerda mucho a Mejor imposible donde Jack Nicholson personificaba a un escritor con un trastorno que lo hacía comportarse de forma intratable con los demás. En este aspecto, Godard se presenta como un título cómico puesto que desacraliza a un ídolo tanto de quienes estudian cine como del mundillo más snob que lo venera por un asunto de “estar en onda”.

Pero que el nombre de la película ni su tan insigne personaje central, lleven a error: esta obra no trata específicamente de Jean-Luc (con el actor Louis Garrel dándole vida), sino de él y la particular relación que mantuvo con su esposa, la joven Anne Wiazemsky (interpretada por la actriz Stacy Martin). Precisamente, es del libro de esta última (Un an aprés) del cual se desprende el guión para materializar el filme. Anne se presenta como una joven que se deja cautivar por el director, a quien admira embelesada como bien pudo haber sido el caso de tantos jóvenes de ese entonces. Aquí aparece el gran inconveniente de la cinta: Anne siempre aparece como una sumisa espectadora, pues apenas participa de las escenas. Si bien puede deberse a que así era Anne en la vida real, o a que en el argumento se quiso reflejar a una joven insegura que buscaba lo faltante en los brazos de Godard, un director siempre tiene en sus manos la posibilidad de cambiar algún rasgo o modificar la realidad para agregar más dinamismo o tensión. Ahora bien, y es quizás esto lo que puede subsanar este detalle, es que gracias al hecho que la protagonista sea frágil y dependiente, se pueden exponer los rasgos machistas y posesivos de Jean-Luc.

Por otro lado, Godard, mon amour es una película muy entretenida que hace gala de una ambientación histórica bastante convincente. Por ejemplo, las asambleas de los estudiantes en plena época del ’68 en París, o las marchas y los enfrentamientos con la policía, son creíbles. Además, el filme utiliza recursos que recuerdan a otras películas de Godard como Sin aliento, con frases en medio de la película, voces en off, escenas en negativo, donde algunos elementos están mejor utilizados que otros.

En resumen, se nos habla de un Godard obsesionado con Mao, con el proletariado, pero que trataba a las personas tal como cualquier fascista podría haberlo hecho. Habla de un hombre inseguro y con complejos. No es que la película quiera reírse de él, más bien es una forma de aterrizar a los grandes personajes artísticos. Sus bajezas de hecho pueden servir para entender sus obras. Y claro está, no olvidar que el gran tema del filme es el amor: cómo una historia, muy al estilo de una película, se va desgastando, poco a poco, hasta concluir, sin retorno posible, en un The End.

 

Rodrigo Torres Quezada (Santiago, 1984) es egresado del Instituto Nacional “General José Miguel Carrera” y licenciado en historia de la Universidad de Chile. Ha publicado los libros de cuentos Antecesor (2014) y Filosofía Disney (2018) bajo el sello Librosdementira. También ha dado a conocer distintos relatos de su autoría en La Maceta Ediciones (2017) y la novela titulada El sello del pudú (Aguja Literaria, 2016). Lanzó, asimismo, el volumen de ficción Nueva narrativa nueva (Santiago-Ander, 2018), y obtuvo el primer lugar en el concurso V versión Cuéntate algo de Biblioteca Viva (2012). El año 2016, en tanto, se quedó con el primer lugar en el I Concurso Literario del Cementerio Metropolitano.

 

Los actores Louis Garrel y Stacy Martin en «Godard, mon amour» (2017), de Michel Hazanavicius

 

 

 

 

Tráiler: