Los quince cuentos de este volumen debido a la narradora boliviana permiten aproximaciones oblicuas a las siempre tan complejas relaciones interpersonales, en una lectura oxigenante y estremecedora, que dejará a los lectores con ganas seguir husmeando en su cautivante literatura.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 6.8.2020

Soledad, tristeza y atmósferas amenazantes cruzan de punta a cabo los relatos de la narradora boliviana. Un hombre que se ve arrastrado a seguir la voluntad de su novia. Madres asfixiantes y posesivas con sus hijos, madres salvadoras, hijos que intentan producir quiebres con ellas pero que finalmente vuelven a su lado.

Un lavandero “algo retardado” y aficionado a la música clásica, cuya vida común y corriente se ve trastocada al recibir un frac para su limpieza. En otro de los cuentos, un hombre al llegar a su vejez comienza a llorar sin razones aparentes. Así, estas historias, se suman a otras más, donde situaciones humanas como la amistad, la muerte de un hijo o la desgastada vida en pareja, se transforman en acontecimientos que provocan un suave estremecimiento en el lector.

En todos los cuentos de Magela Baudoin (1973), de simulada sencillez, hay fracturas por las que se puede ingresar de forma sutil hacia las profundidades de los sentimientos humanos. A pesar que la gran mayoría de los relatos están protagonizados por personajes cuya vida es acomodada, el trabajo realizado por la autora, para no hacer de esto un obstáculo, logra que él y las lectoras se dejen tocar por esas situaciones en las que aparentemente no sucede mucho, donde el detalle de una lectura atenta, permitirá el descubrimiento de aquello que apenas ha sido enunciado.

Los quince cuentos que componen el último libro de la narradora boliviana, se apartan un poco de la tendencia actual, tan común y válida en los últimos años, de resaltar situaciones donde el sujeto femenino o disidente, es el que carga con el peso de las historias. Acá, la apuesta ha sido otro camino, interesante en este caso, pues ha resultado exitosa, ya que permite aproximaciones oblicuas, a las siempre tan complejas relaciones humanas. Una lectura oxigenante y estremecedora, que dejará a los y las lectoras con ganas seguir husmeando en la literatura de esta escritora.

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

«La composición de la sala», de Magela Baudoin (Editorial Catalonia, 2017)

Martín Parra Olave

Crédito de la imagen destacada: Juan Morillo Dencker.