«Retamo», de Eduardo Plaza: La aniquilación del origen

Tres años después de la publicación de su celebrada ópera prima, el volumen de cuentos «Hienas», el escritor nacional lanza su segundo libro, una novela en torno a un narrador que recorre el país en busca de su madre, y donde el tema de la transhumancia es el tópico principal de este título.

Por Juan Pablo Sáez

Publicado el 2.8.2019

La novela de Eduardo Plaza (La Serena, 1982), Retamo (Libros de Mentira, 2019), sigue en primera persona la vida de un escritor treintañero que viaja desde el sur de Chile hacia una localidad del interior de la región de Atacama donde vive su madre. Dicha localidad se llama justamente Retamo, que no solo es el nombre de un pueblo sino también el de una planta que crece en lugares secos y agrestes y cuya flor es utilizada por mujeres pobres para practicarse abortos.

El título del libro da cuenta, entonces, en clave metafórica, de esta doble condición del personaje: la del sobreviviente que logra a duras penas superar la ausencia de un padre suicida y a la vez la del escritor que busca con urgencia deshacerse de dicha imagen paterna. “Desde los quince hasta los veinte tuve una pesadilla recurrente: mi papá se acercaba a mi cama de noche, sonriendo, con una soga atada firme al cuello. Recuerdo sus ojos hinchados. Lloraba sonriendo y trataba de abrazarme. Por eso ahora me observa y yo prefiero mirar el piso”, dice el protagonista.

Si en su libro de cuentos, Hienas, Plaza fijaba la ausencia y la marginalidad como sus temas predilectos, en Retamo el autor suma un tercero a su incipiente obra: el de la trashumancia. Es este el tópico principal que da vida a esta novela. En Hienas —obra por la cual el autor serenense fue incluido en la selecta lista de los escritores latinoamericanos del Bogotá 39, en 2017— los personajes transitan indistintamente de una época a otra (de la adultez a la niñez, de la niñez a la adolescencia) mientras que en esta novela el protagonista se desplaza físicamente de un lugar geográfico a otro en una sola línea cronológica, interrumpida por los recuerdos de su niñez. Estamos, por lo tanto, ante un road movie tipo Broken Flowers (Jim Jarmusch, 2005) en el que el protagonista revisita a distintas personas que ha conocido durante su vida, a la manera de una despedida final.

En esta trashumancia el escritor-protagonista huye de sí mismo, es decir, de su alcoholismo y de sus inestables relaciones sentimentales que van dando forma y sentido a su estadía en un lugar cualquiera. Dice el narrador en un pasaje de la novela, refiriéndose a una relación sentimental que mantiene de manera fugaz camino a Retamo: “Tomar tanto me trae esos problemas: trato de llenar los huecos enormes que deja el alcohol con narrativa y mi narrativa es tristona. Tomar me hace muy mal, pero ya no sé cómo socializar de otro modo. Entonces pienso: por supuesto que me sobrepasé, por supuesto que la forcé a irnos de la mano, por supuesto que ese tímido beso no significó nada”.

El escritor-protagonista nos devela un modo de vida hipermoderno, caracterizado por el individualismo extremo, la pulsión por el cambio constante y el reciclaje de un pasado otrora insufrible. “Voy escuchando en el bus ‘More than words’ de Extreme. La puse en bucle y ha sonado siete veces. Se supone que era una canción muy mala. Antes solo la gente con mal gusto la oía. Pero ahora lo malo a veces se vuelve bueno. Y ahora me gusta. Y se siente falso”.

El escritor-protagonista es asocial: sin necesariamente aborrecer del orden impuesto por la sociedad (como lo haría un antisocial), rechaza integrarse a éste. Su existencia solo tiene sentido dentro del núcleo familiar. El escritor-protagonista nace y muere en su familia, es decir, en su padre, Sergio, devenido en recuerdo fantasmagórico, y en su madre, Laura, a quien él se ha propuesto hacerle una última visita. Traspasada la frontera familiar el personaje parece encaminarse hacia la autodestrucción a falta de un sentido que lo guíe. En un monólogo imaginario destinado a su ex, el escritor-protagonista dice: “Intenté hacer el ejercicio: cuántas veces me he cambiado de casa desde que nací hasta hoy. Laura me tuvo en el hospital de La Serena y, dos semanas después, ella y mi papá se cambiaron a una casa más grande. Esa fue la primera vez. Tú y yo terminamos y yo voy a cruzar Chile y me voy a ir a Retamo a verla. Esa sería la última. Entremedio, algo así como doce o trece casas, departamentos y pensiones. Desde los seis o siete años en adelante tal vez”.

La autoaniquilación del protagonista anuncia igualmente, desde un punto de vista metaliterario, la muerte del escritor en tanto artista en búsqueda de trascendencia. No por nada Plaza elige que su personaje principal sea un escritor. No hay nada más allá del acto de escribir, pareciera querer decirnos el protagonista. Tal como el viaje que el personaje emprende desde el sur al norte de Chile, la escritura se extingue junto con su creador y junto con éste el núcleo de su propio origen: sus padres. No hay aquí una Cesárea Tinajero como objetivo externo que trascienda al escritor, como ocurre en Los detectives salvajes, sino más bien una escritura inmanente sujeta a la extinción: muerto el padre se extingue el propio origen.

Dice el protagonista, al recordar el quiebre entre sus padres que precedió al suicidio de Sergio: “Un día, tal vez de improviso, Laura cargó sus cosas en un camión de mudanza y se fue a vivir a esa casa. A Retamo. Se llevó todo lo esto-es-mío. La cama del departamento. La cocina y el refrigerador. Todos los libros: las seis torres apiladas en distintas habitaciones. Y a mí. Sergio no opuso resistencia y se fue borrando velozmente, como una fotografía al sol”. La trashumancia en Retamo es la transición entre dos tipos de escritura: la primera vista como un acto de trascendencia y la segunda vista como un acto nihilista, desechable, más propio de la hipermodernidad del siglo veintiuno.

 

Juan Pablo Sáez (Santiago, 1975), es un periodista y escritor chileno.

Ha colaborado con artículos literarios para los sitios electrónicos IntemperiePaniko y Soy Pensante y para el diario La Estrella de Valparaíso. También escribe artículos políticos para el sitio El Mostrador.

Desde 2009 ha participado en distintos talleres literarios, destacando los cursos de los escritores Jaime Collyer, Pablo Simonetti y Matías Correa.

En el año 2018 publicó su primera novela, Operación Réquiem, bajo el sello «Roja y Negra» (Penguin Random House).

 

Eduardo Plaza

 

 

Juan Pablo Sáez

 

 

Crédito de la imagen destacada: Editorial Librosdementira.