«The Virtues»: Las dolorosas cargas de la infancia

Esta miniserie televisiva británica de reciente emisión es una obra maestra dramática. Con gran sensibilidad y cercanía, Shane Meadows (director y coguionista con Jack Torne) nos retrata a tres personas rotas por infancias traumáticas. Del excelente reparto destacan precisamente las grandes interpretaciones de los actores que las encarnan: Stephen Graham (Joseph), Mark O’Halloran (Craigy) y Niamh Algar (Dinah).

Por Jordi Mat Amorós i Navarro

Publicado el 22.9.2019

 

Preliminar

Para aquellos lectores que no hayan visto The Virtues y quieran hacerlo: quizás sea mejor leer este artículo tras su visionado dado que en él se explican detalles esenciales de su argumento (incluido el final).

 

Cargas

En un principio la obra se centra en Joseph, un padre separado con buena relación con su ex-mujer y su pareja. Ellos se mudan a Australia, Joseph no va poder ver a su amado hijo por una larga temporada; lo vemos sobreponiendo su dolor-angustia por el bien del chico y fingiendo estar bien con la que fuera su mujer para no preocuparla.

Pero no está bien, nada bien. Pronto vemos que ahoga sus penas en la bebida, él es alcohólico. Joseph lucha constantemente consigo mismo para no perderse en ese vórtice caótico, para no perderse y para no perder a su hijo.

Desbordado por la situación regresa a su Irlanda natal para reencontrarse con su hermana Anna a la que no ha visto desde que los separaron siendo niños. Sus padres habían muerto, ella -más pequeña- tuvo suerte y fue acogida por una buena familia; él tenía nueve años e ingresó en un centro del que huyó pronto. Y en esa huida olvidó los motivos, se auto-protegió del horror-dolor que allí vivenció. Pero ese niño maltratado anida en él, ese niño que fue y que es necesita dejar de ser ahogado para ser reconocido-abrazado-sanado.

Anna es una gran mujer que acoge a Joseph en su hogar, Michael su esposo y sus tres hijos también lo hacen. Ella le creía muerto, él sabía de su hermana pero nunca quiso regresar. Joseph era un niño e interpretó la separación como su rechazo. Hablan, se tocan, se abrazan… para Anna es una conmoción y lo será más cuando descubra su adicción y la dura verdad que él encerró en sí mismo.

Poco a poco Joseph recupera la estabilidad. Anna y los suyos se la dan, Michael le ofrece trabajar en su pequeña empresa. Allí conoce a Craigy un trabajador con muchos problemas que también vivió en la residencia, él se acuerda de Joseph pero este de entrada lo rechaza, rechaza-teme saber-recordar lo que allí sucedió. Y conoce a Dinah –la hermana de Michael- una mujer también con mucha carga, ella tuvo un hijo siendo adolescente que fue adoptado y ahora quiere volver a verlo.

En su mayor estabilidad Joseph se atreve a visitar la residencia de la que huyó: está cerrada y totalmente abandonada. Allí revive el horror escondido, allí recuerda que un chico mayor le violó; ese fue el motivo de su huida, esa es la carga que lleva consigo, esa es la gran pena que intenta ahogar con la bebida.

Ahora ese horror se ha despertado en él, lo vemos teniendo una fuerte crisis nerviosa cuando está con Dinah, los dos se sienten atraídos y al besarse-tocarse, él revive los abusos sufridos. Tras recuperarse, Joseph decide hablar con Craigy para saber más de lo que ocurrió en la residencia. Consigue saber el nombre y la dirección del “personaje” que le violó. Allí se dirige para afrontar su pasado.

Simultáneamente Dinah habla con la asistenta social que llevó su caso y averigua que los padres adoptivos le enviaron cartas y dibujos del niño, envíos que ella nunca recibió. La madre de Dinah se lo ocultó y mintió a todos diciendo que su hija no quería saber nada del niño, que en su supuesto rechazo lo quemó todo. Ella decide visitar a la madre para afrontar también su pasado.

 

Una escena de «The Virtues»

 

¿Liberaciones?, liberación

Dos personas que valerosamente van a enfrentarse a su doloroso pasado y una persona que no tiene ese valor. Craigy se siente muy culpable por todo lo vivenciado en la residencia, por no haber advertido a Joseph de lo que iba a ocurrirle –él tenía similar edad y también fue violado- y por seguir viendo a ese “personaje” siendo adulto. No puede con esa carga, no ha sabido-podido hacer nada para liberarse de ella –de su verdugo- y ahora con la llegada de Joseph el recuerdo de su “responsabilidad” –él era un niño muy asustado, no pudo hacer otra cosa que permitir que le ocurriera lo mismo al nuevo- crece y se le hace ya insoportable. Lamentablemente Craigy encuentra la “liberación” en el suicidio.

Dinah visita a su rígida madre. Las vemos hablando en el porche de su casa, la mujer carga con una cruz en su pecho y “vive” en la severidad del radicalismo católico que es la antítesis del corazón empático que encarna Jesús. En esa severidad creció Dinah, de esa severidad se reveló como supo-pudo, de esa severidad huyó y por esa severidad ahora sabe que perdió el contacto con su hijo, la madre siempre controladora decidió por ella y en su ceguera rigidez sigue creyendo que obró adecuadamente, lo hizo “por su bien” puesto que no confía-cree en la “descarriada” de su hija. Dinah no puede con todo eso, con el daño recibido en su infancia y adolescencia cuyo dolorosísimo colofón ha sido esa desafortunada decisión a sus espaldas. Y surge con fuerza la rabia contra esa madre de corazón helado, vemos como la agarra por detrás y la asfixia hasta dejarla muerta, muere la madre pero -a mi entender- no se libera la carga sino que desafortunadamente va a crecer.

Y Joseph entra en la casa de su violador, lo encuentra postrado en su cama enfermo terminal. Hablan, se identifica, él le recuerda, Joseph quiere saber por qué lo hizo. El hombre no ha cambiado, no se siente mal ni se cree responsable, le dice que él también sufrió abusos allí de los adultos, que para él eso era “normal” y que “gracias” a él pudo librarse de esos adultos. Ante esa actitud de negación tan parecida a la de la madre de Dinah, Joseph reacciona como ella e intenta asfixiarlo pero antes de acabar con él decide no hacerlo, decide perdonarlo y le besa la frente. Entiendo que con esta valiente decisión –perdonar requiere valor- Joseph se libera de la gran piedra que lleva consigo desde hace tantísimo tiempo. El perdón como forma de liberación, el escritor y conferenciante Àlex Rovira lo expresa bellamente:

«El perdón no es nunca un favor hacia el que nos ha hecho daño, es un acto de liberación que libera al que perdona de la cárcel del mal recibido. Por eso es necesario comprender en profundidad las circunstancias del que ha hecho el mal para poder articular desde la consciencia el gesto interno que lleva a liberarnos y liberar. Y en esa liberación reside la alegría de Vivir, porque el dolor de la ofensa o del mal es la coraza que soltamos y la cadena de la que nos liberamos».

Es muy simbólico que en el logotipo de la serie, la T sea una imagen de Cristo en la cruz. Así están los tres protagonistas, las tres personas inocentes que fueron víctimas de las duras infancias. Craigy ha estado siempre solo y se ataca-culpa a sí mismo, se mata en vida día a día hasta que ya no puede más y se suicida. Dinah tiene a su hermano del que poco sabemos, se nos presenta como un hombre aparentemente feliz junto a su familia y con su trabajo. Se intuye que mucho de este sentirse feliz está en la figura de Anna, una excepcional mujer toda corazón que es la antítesis de la gélida madre que él también tuvo que sufrir. Da la impresión que le pesa-incomoda su hermana siempre metida en conflictos, su hermana exterioriza la rebeldía frente al no hogar vivenciado que él quizás no quiso ver. Y cuando Dinah le necesita al saber la mentira de su madre, él no contesta sus llamadas; quizás de haberlo hecho la madre seguiría viva…

El más afortunado es Joseph, al recuperar a su hermana ha encontrado todo un referente de amor. Anna es calor de hogar, se enfada, dice las cosas pero “a pesar de” lo ocurrido (tantos años creyéndole muerto, su adicción…) ella sigue estando a su lado. Y su influencia entiendo que ayuda a Joseph, le recuerda lo bueno de la vida, le recuerda la amable persona que él es -cuando se emborracha es todo corazón y alegría- y ese recordar surge al verse asfixiando a su maltratador que tanto daño le ha causado. Ese recordarse viéndose y viendo a Anna consigue afortunadamente transmutar la natural rabia ante tamaña aberración de “personaje” en amor compasivo liberador. Ese hombre sigue siendo un personaje sin vida y en cambio él puede rehacer su vida, puede vivirla. Joseph tiene motivos-motivaciones, una hermana y un hijo que le aman y él ama, una mujer Dinah a la que quizás pueda ayudar… y lo que considero más importante: ahora gracias al perdón se tiene más a sí mismo.

 

Jordi Mat Amorós i Navarro es pedagogo terapeuta por la Universitat de Barcelona, España, además de zahorí, poeta, y redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

La miniserie inglesa «The Virtues» (2019)

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Miniserie The Virtues (2019).