Los cosmopolitas (y bellos) poemas de Marina Arrate

·Original Title: COSAS QUE NUNCA TE DIJE, LAS ·English Title: THINGS I NEVER TOLD YOU ·Spanish Title: COSAS QUE NUNCA TE DIJE, LAS ·Film Director: COIXET, ISABEL ·Year: 1995

Otro regalo para el joven y entusiasta Diario «Cine y Literatura»: La admirada inventora de la generación de los ’80, hace llegar a esta Redacción parte de sus versos, publicados hará algunas semanas en el volumen «Obra reunida» (Editorial Cuarto Propio, 2017). Reconocida con importantes premios, así como con varias becas de creación, los libros de la destacada autora nacional han sido divulgados masivamente en grandes ciudades del tipo de Buenos Aires, Nueva York, Madrid, y ahora, también, le han traducido al finés. Ha declamado, igualmente, sus hermosas oraciones líricas, en lecturas efectuadas sobre diversas urbes del país, la Argentina, los Estados Unidos, y en la península ibérica, y por si esto ya fuera poco, el total de su bibliografía engrosa las páginas de numerosas antologías de poesía chilena e hispanoamericana, aquí, y en las vitrinas del ancho mundo.

Por Marina Arrate Palma

Publicado el 24.10.2017

 

Satén (fragmento)

1.

Destellos en el bosque.

Fulgores rojos son.

Un fulgor rojo. Un rayo furtivo estremeciendo la arboleda.

Sedoso y brillante. Satén es enervando las agujas del vasto pinar.

 

Satén que mancilla carmín entre la hierba y sobre el musgo.

Prendido carmín ardiendo en el hueco de las hiedras.

Carampangue carmesí de satinada sangre tersando la piel

de raso. La piel que roza, riza y ora acariciando con su cola

de murta la esmeralda, el centelleo del follaje verde que

azota el viento a golpes, al borde de la ele azul de los abismos

aquí al principio de este valle.

 

Satén es de sangre y lustroso y de traicionero terciopelo el

tejido de las figuras que ahora llamean al sol como la luz de

los cuchillos.

Bajo el esplendor aterradas en los filos que corta el haz

figurando cavidades santas entre las redes rumorosas del bosque.

Qué silencio.

De verde firmamento o campana interior.

Aguza la mujer su oído en el asombro. Flama es el vestido que la cubre,

de incendio la falda pasmosa.

 

En el lamé se raja lo húmedo, puro hechizo del reflejo,

alterando a sangre la virginidad verde del bosque. En el verde

se rasga el lamé, produciendo llamaradas azules en su espejo.

En el símil, erizamiento de una tapicería milenaria y

radiante:

babas largas de un sileno, Belcebú, se arrastran y las bífidas

corrientes

lenguaraces de una turba agitada de enroscadas serpientes

ay, los ojos leontinos y egipcios de garzas y lechuzas hieráticas.

Todo es terciopelo.

La sinuosa cabellera de una mujer antigua

la seda negra de una mariposa vibrante

los músculos sagrados de las panteras nocturnas.

Irisados volcanes tornean sus esputos a los lejos

a lo lejos

como grandes y enormes colas de cometa.

De sangre y de oro

la bella en su memoria.

 

2.

– Un jaguar blanco, un jaguar negro – murmura.

Yo le digo:

– Silabea, santona espesa, que el largo cuello de tus cisnes

ya tiembla, aleteando, en el ocaso de tu estampa.

– Un jaguar blanco, un jaguar negro yo

santona vieja, santona ciega de la arboleda prorrumpo y la

tela de mi vestido se pliega a mí como arpa y como arpía.

– Como arpa y como arpía se pliega a ti tu manto santona y

eres ardiente como mana y totémica.

 

– Totémico es el manto que me envuelve y los agudos pinos

tiemblan en su nombre. Yo, la vidente de ojos huecos y

negros señalo

el bruñido satén de las moradas de tu especie

el satén de las columnas de tus imágenes de lujuria

venero y conflagración de tus ancestros.

Una jaguar blanco, un jaguar negro musito yo la señora del

sopor de los cuerpos del bosque emano.

Hacia ti me dirijo ciega. Para que veas en el hueco negro de

mis ojos a la danzadora y tú, apenas nombre, ingreses. A su

baile radiante. Hazte pura en la presencia de los pasos que

ya avizora el temblor de los pinos: la piel de un jaguar ronda

en la espesura. Su ciervo espera con sus orejas prestas,

sensible y nervioso.

 

Ah, la niebla helada que asciende por los bosques.

 

Rock Woman

1.

Su sonido emerge

en plena oscuridad.

Don’t rush at me, ruge,

oh, please, baby, baby,

no te abalances

sobre mí.

Una luz amarilla, diagonal,

alumbra una niebla cobriza

y vacilante.

Tiene la melena fucsia

esparcida en el aire

los brazos desnudos

teñidos de violeta

y entre el vaho

la guitarra eléctrica

presiona

con dedos enguantados.

 

I’m the rock woman, canta dulcemente.

Mi centro total

reverbera

en lo desnudo de esta noche.

Mi llama central.

Oh, boy, you’re walking in the night.

Oh, boy, boy, tell it

to my heart,

tell it: You’re my only one.

 

2.

Cuarenta reflectores alumbran sus espasmos

tres bateristas

baten el vientre de sus tambores.

Su cabeza es matizada y ella canta:

You’re nude in the night street

I’m nude in complete darkness

Oh, you’re fool, boy,

Don’t look at me trough the window

Look at me

frente a frente.

 

This is the night, the unic night.

Listen to me.

 

3.

I’ve drank in the long islands of richness.

 

Look at my hear,

mi flameante pelvis,

las ondas lentas de mi vientre liso,

el hondo canto de mi canto oscuro.

You´re dreaming in a sexy way

But I’m the sexy way.

Oh, boy,

The light of foolness

involve the grace of my dress.

Ven, espléndido,

a tomar la locura de mi boca.

Yo extenderé mi mano hacia ti

y acariciaré tu cabeza

y besaré tu mejilla

y te diré: Hermano, lover, brother,

y ya seremos

únicos y perfectos.

Oh, boy,

You’re loving the light of heart.

 

4.

I will answer to you

rock woman

in your own language:

Invítame.

 

Porque

aún cuando cantes para otro

y no para mí,

yo volveré el rostro hacia ti

con mis cejas pintadas

sobre mis ojos egipcios

y mientras cantas

I have found my complete centre

ascenderé a ti

ardiente y fastuosa

y mientras susurras

You’re loving me

In a sexy way

y musitas

You´re my lucky star

junto a ti apareceré

brillante y

espléndida y

rutilante

y mientras culminas

I will love you for the rest of my days

plena, precisa y pausada

procederé a iniciar

la ceremonia

de mi propia coronación.

 

 

El volumen que agrupa la bibliografía de la creadora chilena, perteneciente a la generación de los ’80

 

La escritora Marina Arrate (Osorno, 1957), en la actualidad

 

Imagen destacada: El actor estadounidense Andrew McCarthy, en una escena del filme «Cosas que nunca te dije» (1996), de la cineasta española Isabel Coixet