«Amanda»: Las pequeñas virtudes

El filme del realizador francés Mikhaël Hers -el cual se proyecta actualmente en las salas chilenas- tanto por su calidad audiovisual como por su belleza dramática, se convierte en una cita obligada con la cartelera local, en una cinta fotografiada bajo la ambientación de un París lejos del glamour y muy cerca de las sensaciones humanas más reparadoras.

Por Alejandra Boero Serra

Publicado el 9.12.2019

«…Vivir consiste, en cierto modo, en saber sobrevivir y recomponer…”
Philippe Claudel

Amanda (Francia, 2018), última película del director y guionista Mikhael Hers (Memory Lane -2010-, Ce Sentiment de l’été -2015-), es una emocionante comedia dramática que nos muestra que transitar un duelo es dejar que el dolor nos atraviese y el miedo sea la caída al vacío, la entrega amorosa, la confianza en la vida.

 

Primer acto: Una familia disfuncional

Sandrine Sorel (Ophélia Kolb) es la madre soltera de la pequeña Amanda (Isaure Multrier) y la hermana de David (Vincent Lacoste). Los tres conforman un equipo en donde la complicidad y el afecto suplen la carencia de las figuras paternas -Sandrine y David quedaron huérfanos y Amanda nunca conoció a su padre- y en el caso de los hermanos, también, materna puesto que la madre de ambos (Greta Scacchi) los abandonó de niños para seguir su vida en Londres. No obstante esas faltas, esta familia es feliz y hay sueños cotidianos que conquistar: David desea que la vecina recién llegada -Lena (Stacy Martin)- le dé una oportunidad, Sandrine sigue apostando a las citas vía Facebook para encontrar al compañero de ruta y la niña, crecer y sostenerse en sus rutinas.

 

Intermezzo: París tiembla

El frágil equilibrio se rompe cuando un atentado terrorista deja huérfanos a Amanda y a David quien salva su vida por llegar tarde a la cita en el parque donde lo esperan Sandrine y Lena. Esta última saldrá con heridas de escasa gravedad. El drama está por empezar.

 

Segundo acto: El después de la tragedia

¿Cómo se le cuenta a una niña de 7 años que su madre ya no regresará? ¿Cómo, que el verano en su ciudad ya no es lo seguro que parecía? ¿Cómo hacerse cargo, a los 24 años, de una sobrina?

¿De qué manera reconstruirse y continuar?

Cuando todo se desmorona hay que buscar el punto de equilibrio en esa fragilidad, en esa inestabilidad. Y acá encontramos a un director que le da carnadura humana a unos personajes que se abandonan al llanto pero en ningún momento, a la tragedia. A través de un guión -Mikhaël Hers y Maud Ameline- que se sostiene en diálogos tiernos y emotivos, totalmente verosímiles aún cuando se cuele algún cliché -la historia de amor de Lena y David- se va gestando la superación de una pérdida irreversible.

Así, Hers logra un filme de la intimidad sin golpes bajos ni subrayados lacrimógenos. Una (re)construcción de actos mínimos a través de un equilibrio narrativo que contrasta con la debacle emocional de los protagonistas, actuaciones de antología -Isaure Maultrier y Vincent Lacoste, soberbios-, la música de Elvis Presley y esa frase que acrecentará sentidos hasta el final -quizás la llave que abre al consuelo -: «Elvis ha dejado el edificio. Gracias y buenas noches», y la fotografía de Sebastien Buchman que sumerge cuerpos y emociones en una París poco transitada -cálida, luminosa, acogedora, íntima-, lejos del glamour y muy cerca de las sensaciones más reparadoras.

Tras su estreno en la sección Orizzonti de la Mostra de Venezia en 2018 y ganadora del Premio a Mejor Película Extranjera en el SANFIC 2019 de Chile, Amanda se convierte en una cita obligada. La belleza de las emociones a flor de piel en medio de tragedias personales y sociales de las que nadie puede decir: «a mí no».

 

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Alejandra M. Boero Serra (1968). De Rafaela, Provincia de Santa Fe, Argentina, por causalidad. Peregrina y extranjera, por opción. Lectora hedónica por pasión y reflexión. De profesión comerciante, por mandato y comodidad. Profesora de lengua y de literatura por tozudez y masoquismo. Escribidora, de a ratos, por diversión (también por esa inimputabilidad en la que los argentinos nos posicionamos, tan infantiles a veces, tan y sin tanto, siempre).

 

La actriz Stacy Martin en «Amanda» (2018)

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Un fotograma del filme Amanda (2018), del realizador francés Mikhaël Hers.