[Estreno] «Ricchi di Fantasia»: Una comedia italiana de risas dispares

El largometraje de ficción del realizador romano Francesco Miccichè —protagonizado por los actores Sergio Castellitto y Sabrina Ferilli— es el nuevo título que la distribuidora nacional Arcadia Films dispone para su proyección en la plataforma de streaming de Cinemark-On line.

Por Aníbal Ricci Anduaga

Publicado el 23.4.2021

Filme que supondría un reencuentro con la comedia italiana de las décadas del 50 al 70 del siglo pasado, una historia de personajes populares que van encantando a la audiencia conforme pasan los minutos.

La verdad, no hay ningún rastro de la gran comedia italiana.

Recuerda a algunas cintas argentinas donde sus protagonistas son gente de la farándula. Aunque incluso en dichos proyectos la vena melodramática suele estar mejor explotada.

La historia de contrastes entre los ricos y los pobres es francamente pobre.

Unos compañeros de una obra de construcción se burlan de Sergio y le hacen creer que obtuvo el primer premio de la Lotería. ¡Qué ingenioso! Y Sergio al saber la verdad decide con su amante Sabrina que mantendrán el engaño a sus familias durante dos meses sin un plan de respaldo.

Comienzan un periplo en el furgón reacondicionado de Sergio, con destino a la costa del mediterráneo, donde se hospedan, mediante astucias de dudoso ingenio, en la casa de una familia acomodada que no visita regularmente el balneario.

La cinta utiliza la fachada de road movie que la emparentaría con el cine independiente, pero su crítica social es de una superficialidad pocas veces vista.

El espectador que gusta del cine ha visto decenas de seductoras películas de carretera, comedias como Pequeña Miss Sunshine (2006) con familias disfuncionales de lujo que transitan desde el humor a lo dramático, con un estilo chocante y muy genuino, o dramas como Nebraska (2013) que conmueven hasta el alma.

El principal ingrediente para que una road movie funcione es tener personajes verosímiles, con algo de profundidad, por lo general este tipo de películas desarrollan alguna experiencia de vida, tal como ocurre este año con Nomadland (2020) de Chloé Zhao, con seis nominaciones a los Oscar.

 

Un imaginario audiovisual de la riqueza

En el caso de Ricos de fantasía (traducción literal) los actores que encarnan a los ricos no dan el ancho y sus papeles son derechamente estúpidos. Las familias de Sergio y Sabrina deben aparentar ser unos inversionistas ante esa familia adinerada (otra vez nada de ingenioso) y no hay ninguna escalada de penurias en estas secuencias sin chispa, con personajes planos y estereotipados.

A veces, jugar al estereotipo puede resultar divertido, pero este no será el caso.

Antes de llegar a la casa de veraneo, Sergio les dice a todos que no pueden gastar nada debido a que el gobierno se llevará una fortuna en impuestos. Hasta eso es ridículo, en cuanto los impuestos al juego se cobran antes de entregar el premio en el sistema impositivo italiano.

Cuando los personajes todavía no saben que son ricos, la comedia funciona algo, pero una vez que se desencadena la anécdota, los actores tras Sergio y Sabrina van degradando su actuación y sus dotes no dan para interpretar con estilo (o carencia de él) a esa familia popular que pretende pasar por adinerada.

Entre medio hay frases para el bronce como que ser rico es una cuestión mental y la verdad es que cuando algún personaje lanza sus tips para ser felices, la comedia se vuelve insufrible.

La historia es enredada de mala manera, el espectador no se cree ninguno de los giros del guión, la música es monocorde y la película parece un circo de malos actores interpretando a otros dudosos intérpretes.

Estos actores (y personajes) pretenden hacerse pasar por otros, pero el espectador tiene que hacer todo el trabajo para imaginárselos divertidos. Cumplida la hora de metraje los roles no adquieren ninguna profundidad y las soluciones del guion son patéticas. Las atribulaciones no son más que un chiste que se soluciona con otra broma cada vez menos graciosa.

La película nunca se toma en serio, no divierte ni emociona, como comedia de enredos regularmente funciona y como una de absurdos es demasiada tonta e insípida.

Todo fluye tan irreal, de nuevo el director nos lleva al furgón del comienzo, mientras los personajes no han sufrido el cambio que sugiere la historia.

No es divertida, ni siquiera hace llorar. Comedia absolutamente olvidable.

 

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Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) es un ingeniero comercial titulado en la Pontificia Universidad Católica de Chile, con estudios formales de estética del cine cursados en la misma casa de estudios (bajo la tutela del profesor Luis Cecereu Lagos), y también es magíster en gestión cultural de la Universidad ARCIS.

Como escritor ha publicado con gran éxito de crítica y de lectores las novelas Fear (Mosquito Editores, 2007), Tan lejos. Tan cerca (Simplemente Editores, 2011), El rincón más lejano (Simplemente Editores, 2013)El pasado nunca termina de ocurrir (Mosquito Editores, 2016) y las nouvelles de Siempre me roban el reloj (Mosquito Editores, 2014) y El martirio de los días y las noches (Editorial Escritores.cl, 2015).

Además, ha lanzado los volúmenes de cuentos Sin besos en la boca (Mosquito Editores, 2008), los relatos y ensayos de Meditaciones de los jueves (Renkü Editores, 2013) y los textos cinematográficos de Reflexiones de la imagen (Editorial Escritores.cl, 2014).

Sus últimos libros puestos en circulación son las novelas Voces en mi cabeza (Editorial Vicio Impune, 2020) y Miedo (Zuramérica Ediciones, 2021).

Asimismo es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

 

 

Tráiler:

 

 

Aníbal Ricci Anduaga

 

 

Imagen destacada: Ricchi di fantasia (2018).