Concierto 6 del Municipal de Santiago: El retorno estelar de Konstantin Chudovsky

La última exhibición de la Orquesta Filarmónica capitalina tuvo como protagonista a un músico de la «casa»: al concertino Richard Biaggini, quien fue el encargado de ejecutar el canónico concierto para violín compuesto por Johannes Brahms: donde salvo algunas descoordinaciones entre el solista y la agrupación, prevaleció, sin embargo, el lucimiento personal del intérprete venezolano. En la segunda mitad del programa se recreó la Sinfonía N° 5, de Shostakovich: la jornada marcó el regreso del maestro ruso a la conducción titular de la agrupación.

Por Jorge Sabaj Véliz

Publicado el 28.6.2018

El programa del  Concierto 6 de la Temporada 2018 del Teatro Municipal, interpretado el día martes 25 de junio nos ofreció un concierto para violín y orquesta y una sinfonía: El concierto para violín en Re Mayor Op. 77 (1878) fue  compuesto por Johannes Brahms (Hamburgo, 1833 – Viena, 1897) a sus 45 años de edad; la Sinfonía Nº 5 en Re menor, Op. 47 (1937)  fue concebida por el compositor ruso Dmitri Shostakovich (San Petersburgo, 1906 – Moscú, 1975), en tanto, a sus 31 años de edad.

El recital significó el retorno del director titular Konstantin Chudovsky al frente de la agrupación filarmónica, luego de un par de fechas regulares de ausencia.

 

Concierto para violín en Re Mayor Op. 77 (1878), de Johannes Brahms:

El solista fue el concertino de la Orquesta Filarmónica de Santiago, el músico venezolano Richard Biaggini.

Allegro non troppo: Buena entrada de chelos y contrabajos. Al entrar los violines les faltó un poco de presencia. Bien los unísonos. La melodía llevada por el violín solista sonaba mejor en el mezzoforte que en el forte. El problema es que a veces el mezzoforte de la orquesta lo sobrepasaba desdibujando su excelente fraseo. En general bronces, vientos y percusión estuvieron dentro de lo destacable. Los momentos de más alta expresividad e introspección los logró el solista al tocar a capella.

Cadensa: Al final se perdió un poco el sonido, mejorando en el mezzoforte y en el mezzopiano.

Adagio: El tema lo abre el oboe acompañado de otros vientos, incluidos los cornos. En general el tono de la orquesta es el adecuado. La nota larga del final es la característica más notable de la interpretación solista.

Allegro giocoso, ma non troppo vivace. Gran comienzo de la orquesta con un sonido macizo. Al solista le faltó mostrar algo más de su personalidad, sobre todo en los mezzoforte y forte. Es decir en ciertos momentos le faltó tocar contra la orquesta, tratando de imponer su discurso. En este movimiento el rango dinámico en el que se movió el solista se vio reducido. Mostró un bellísimo legato durante todo el concierto. Hubo algunas descoordinaciones rítmicas entre solista y orquesta previo al final.

El bis fue un número que permitió el lucimiento personal del solista.

 

Sinfonía Nº 5 en Re menor, Op. 47 (1937)

Moderato. Después del ataque (un tanto débil de chelos y contrabajos) las cuerdas se unifican en el tema expuesto por los violines primeros. Buen desempeño de bronces, cornos y trompetas en particular. En la fuga la percusión y los trombones llevaron el ritmo y el tono dramático del movimiento. Bien logrado unísono de cornos y violines, como también el dúo de flauta traversa y corno, este último tocó notas en pianísimo y agudas difíciles de sostener. Buen final con xilófono en pianísimo.

Allegretto. Un vals comenzado por los chelos con buen timbre y sonido. El vals continuó con un fraseo dinámico muy adecuado. Solos de violín primero y flauta traversa. Buen pizzicato de cuerdas. Es un tema en ritmo de vals que se repite con distintas dinámicas y por distintas secciones instrumentales o instrumentos. Excelente final.

Largo. Melodía tocada por parte de los violines segundos con un contra tema de los chelos y contrabajos. Precioso dúo de arpa con flauta traversa. La orquesta se sumergió adecuadamente en la atmósfera del movimiento, pasando de un pianísimo a un mezzoforte gradual y expresivamente. El oboe surge entre un ostinato en piano de los violines segundos, logró crear perturbación. A los chelos les faltó fuerza para expresar su tema exasperado frente al ostinato de las demás cuerdas. Hubo pequeñas faltas de coordinación en algunos cortes de secciones. Efectivo cambios de ánimo a través de cambios dinámicos, forte o piano súbitos.

Allegro non troppo. Ritmo trepidante guiado por violines primeros y trombones. El director se preocupa de mantener el pulso. Los trombones supieron conducir el fortísimo hacia un clímax espléndido. La transición entre las distintas secciones del movimiento estuvieron perfectamente concebidas y ensambladas. Los colores de vientos y violines primeros brillaron como nunca. Cambios rítmicos muy bien dirigidos.

La temporada regular 2018 de la Orquesta Filarmónica de Santiago se reanudará durante el próximo mes de septiembre, cuando la agrupación aborde un programa dedicado a los compositores Krzysztof Penderecki y nuevamente Johannes Brahms. Las presentaciones se realizarán los días 4 y 5 del noveno mes del año, a las 19:00 horas, en el histórico escenario de la calle Agustinas.

 

El violinista venezolano Richard Biaggini: protagonista del Concierto 6 del Municipal de Santiago, Ópera Nacional de Chile

 

 

Tráiler:

 

Crédito de las fotografías: Edison Araya, del Municipal de Santiago, Ópera Nacional de Chile