Concierto 9 en el Municipal de Santiago: El poder de las imágenes en la música

Durante la presentación anual de la Orquesta Sinfónica de Chile en el escenario de la calle Agustinas -esta vez bajo la batuta del maestro nacional Rodolfo Fischer- se interpretó un repertorio basado en partituras de Sibelius, Rachmaninov y Mussorgsky, en un desempeño de la agrupación laica y universitaria que fue tremendamente conmovedor.

Por Deysha Poyser

Publicado el 8.12.2019

En el intermedio, el hombre que vende masitas finas en el primer piso del Municipal me dijo que no esperó que llegaran tantas personas. Es muy probable que hubiera más de la cantidad usual desde que comenzaron con los nuevos horarios en que el Teatro Municipal de Santiago ha decidido mantener funciones -en esta ocasión la cita fue a las 17.00 horas.

Las obras seleccionadas son clásicos populares. La Suite Karelia, op.11 de Jean Sibelius, La isla de los muertos, op. 29 de Sergei Rachmaninov y los Cuadros de una exposición de Modest Mussorgsky con orquestación de Maurice Ravel, fueron interpretadas por la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile -en su visita anual al coliseo de calle Agustinas- bajo la dirección de Rodolfo Fischer, el cuerpo que ha ofrecido con generosa sensibilidad una serie de conciertos libres a la ciudadanía, yendo a colegios, barrios y hospitales, luego del cierre de puertas que tuviera que hacer el Teatro dependiente del CEAC ubicado en uno de los puntos neurálgicos de las movilizaciones que han remecido por más de 50 días consecutivos la realidad de nuestro país.

Las piezas escogidas en suma duran 1 hora y 35 minutos, sin embargo el tiempo pasó distinto. El común denominador a todas ellas es el ser obras de gran poder visual y por lo tanto capaces de gatillar una particular experiencia sinestésica. Se sabe que Karelia (1893) está inspirada en los paisajes de Karelia, región finesa que hoy limita con Rusia y que en su momento constituía uno de los territorios conflictivos de una Finlandia que se resistía a la expansión rusa. Se buscaba captar y contribuir con una identidad nacional en tensión, mediante una renovada sensibilidad atenta de los sonidos folklóricos y sus raíces. Se habla de verdaderas postales pero una también oye un temperamento marcial, la esperanza venida de un lucha fanfarrienta, se escucha una vertical que nos inscribe en una ascendente no tan distinta a la tozuda solemnidad que se deja oír en la pieza de Mussorgsky (1874).

Esta última, inspirada en los cuadros de un fallecido amigo, el pintor Viktor Hartmann fue interpretada después de La isla de los muertos (1908), tal transición la experimenté como un desacierto puesto que el estado emocional en que una queda después de oír La isla…  dificulta ingresar en buen pie a esta última; una exposición de verdaderos cuadros, sucesivas y sugestivas imágenes –Emerson, Lake and Palmer mediante- después de habitar una sola imagen penetrante, de poderosa relación con la muerte como la inspirada en el famoso cuadro de Arnold Böcklin, resultó algo abrupto. Al respecto de esta última, tan inquietante como íntima, se dice que Rachmaninov la escribió inspirada al ver una reproducción en blanco y negro de una de las versiones de Böcklin. Y esto parece cierto al oírla, los colores de la pieza son de una grave sobriedad.

Con todo, la interpretación del repertorio fue tremendamente conmovedora. La remisión directa a aquello que nos dejó el romanticismo en estas obras, puede ser retomado críticamente en estos momentos difíciles. Si la imaginación y la fantasía, nos permiten ensanchar las experiencia y entonces nutrir el espacio del pensamiento, lo hace porque recompone, le da palabras, gestos y vida a la distancia entre los seres humanos y su mundo. Tal vez esta relación sea el telón de fondo de todo deseo soberano de cambio.

La temporada de conciertos 2019 del Teatro Municipal de Santiago concluirá durante las jornadas del próximo día viernes 13 y sábado 14 de diciembre, cuando la Orquesta Filarmónica metropolitana ejecute un programa basado en obras de los compositores belga César Franck, el chileno Roberto Falabella, y el francés Maurice Ravel, en una presentación que será conducida por el maestro nacional Juan Pablo Izquierdo Fernández.

 

Deysha Poyser es licenciada en ciencias biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y actualmente es tesista de la misma casa de estudios a través de su programa de licenciatura en estética. Sus intereses e investigaciones académicas y personales se enmarcan en una preocupación por una reflexión fenomenológica consistente sobre lo vivo, la vida, la subjetividad y la experiencia. Cultiva su amor por las artes en su tiempo libre.

 

Rodolfo Fischer (en la imagen) dirigió a la Sinfónica Nacional de Chile en el Concierto 9 de la temporada regular del Municipal de Santiago

 

 

El Concierto 9 del Municipal de Santiago se ejecutó durante los días 5 y 6 de diciembre

 

 

Crédito de las fotografías utilizadas: Teatro Municipal de Santiago.