«Liga de la Justicia»: Seres de un día, que actúan en grupo

Este es un filme correcto, cuya tensión principal es la convocatoria del grupo, donde el humor de Flash –realmente notable- contrapesa el ánimo grave de Batman, la actuación plana de Superman, y los arrestos de estrella de rock de Aquaman y los más divertidos de Diana, la Mujer Maravilla.

Por Cristián Garay Vera

Publicado el 20.11.2017

Estamos ante una película que tiene una factura afectuosa, buen ritmo, y una medida selección de héroes. A diferencia del Universo Marvel, los héroes de DC Comics han estado más presentes en la animación que en la pantalla grande. Y donde Marvel ha conseguido presentar equipos con matices, DC no había logrado cuajar un proyecto más completo, enfatizando sólo sendas sagas sobre Superman y Batman.

Aquí, la amenaza de un malvado de otro mundo que busca cambiar el equilibrio del universo requiere la conformación de un grupo. Es Batman (Ben Affleck) quien conduce esta búsqueda, ratificando que su principal atributo es el dinero y los recursos que obtiene desde sus empresas, y que no es su fuerza sino la disciplina y la mente -lo que hace de pegamento-, del único héroe que no tiene un poder extraordinario. Más encima la misión tiene un tanto de penitencia, ya que aparentemente Superman está muerto y la causa de su fallecimiento ha sido el propio Batman. Sin embargo, esa misión no sería sin la presencia de la carismática Mujer Maravilla, Diana Prince (Gal Gadot), que le asiste.

Junto a ellos está un gracioso Flash (Ezra Miller), juvenil e ingenuo, que alterna con un Aquaman (Jason Mamoa), y con Cyborg (Ray Fischer), espeso, pero de carácter. Solo Superman (Henry Cavill) aparece al final, en un retorno extraño que logra recuperar la humanidad de sus sentimientos y sus lazos con los terrícolas. Mención honrosa de la música de Danny Elfman y Junkie XL, que acompaña bien las escenas, especialmente las dedicadas a Aquaman.

En esta Liga los superhéroes dudan, ya que no están acostumbrados a actuar en grupo, pero se ofrecen con entusiasmo. Aparece un Aquaman más rockero y tatuado que deja de recordar su genealogía y también esos registros animados donde aparece como un San Francisco de Asís cuya mayor virtud era hablar con los peces y las criaturas del mar. Superman aparece más distante y emotivo, marcado por su alejamiento de Batman, estando el centro en la dirección de Bruno Díaz, menos oscuro y asertivo, pero más ejecutivo.

Para agruparlos hay una amenaza de fuste, que es la posibilidad de la transformación de los mundos de acuarianos, amazonas y hombres, ante Steppenwolf (Ciaran Hinds) y sus parademonios. La conjunción de las tres cajas madres permitirían rediseñar el universo hacia otro modelo destructivo y malvado, y que la conjunción de superhéroes debe impedir. En suma, un filme correcto, cuya tensión principal es la convocatoria del grupo, donde el humor de Flash –realmente notable- contrapesa el ánimo grave de Batman, la actuación plana de Superman, y los arrestos de estrella de rock de Aquaman y los más divertidos de Diana.

 

«Liga de la Justicia» («Justice League», 2017). Dirección: Zack Snyder, Estados Unidos. Elenco: Ben Affleck, Gal Gadot, Henry Cavill, Jason Mamoa, Ray Fischer, Ciaran Hinds y Ezra Miller. Guión: Joss Whedon y Chris Terrio. Música, Danny Elfman y Junkie XL. 2017. 2 horas 50 minutos.

 

Batman es el articulador y el creador intelectual de la denominada orden o cofradía secreta Liga de la Justicia

 

Tráiler: