«Nadie sabe que estoy aquí», el primer filme chileno de Netflix: El efectismo apenas salva a una película regular

Sin ser una gran producción audiovisual, la cinta del realizador nacional Gaspar Antillo —rodada en el sur del país— sobresale por la aguda emocionalidad de su guión, en una obra que se encuentra protagonizada por los actores locales Nelson Brodt, Juan Falcón y Julio Fuentes. Se estrenó esta semana en la plataforma de streaming.

Por Miguel Alvarado Natalí

Publicado el 24.6.2020

Nadie sabe que estoy aquí, es el estreno de esta semana que Netflix lanzó como el primer filme original chileno en su plataforma. Dirigida por el santiaguino Gaspar Antillo (37), cuenta la historia de un ex ídolo adolescente y cómo se truncó su vida artística, hasta convertirse en una especie de ermitaño, pero con el peso del pasado que lo atormenta. Sin querer spoilear, esta cinta me recordó al dúo musical Milli Vanilli, que sin saber cantar vendieron millones de discos.

Todo transcurre en el Lago Llanquihue donde vive Memo, interpretado por Jorge García (Lost), que junto a su tío (Luis Gnecco) se dedican a la crianza de ovejas y a la extracción de lana. Memo es tímido, habla poco y no se deja ver para el resto de los habitantes. Hasta que un día su tío sufre un accidente y aparece Marta (Millaray Lobos) para ayudarlo, pero ella descubre el secreto que esconde Memo y que al fin lo liberará de esa infancia que añora y a la vez lo angustia.

Nadie sabe que estoy aquí (2020) es un drama que va de menos a más, ya que a medida que transcurre entrega elementos que entretienen y sorprenden. Entonces el protagonista que se había mantenido como un fantasma ahora decide volver a cantar, en definitiva volver a vivir. Es una narrativa audiovisual que va funcionando notablemente y envuelta en un maravilloso paisaje de imponente belleza, lo cual hace que la fotografía y la atmósfera estén muy bien logradas.

Con muy pocos diálogos Jorge García construye un personaje que pasa por autista sin serlo, por violento sin querer, para terminar en un hombre apasionado por la música. Además, logra transmitir mucho más con su silencio y  gestos que con la palabra. Mientras Luis Gnecco, se luce una vez más, hablando y prácticamente contestándose solo, es el tío protector, de un hombre que se quedó atrapado en su niñez. En tanto, Millaray Lobos, a quién vimos el años pasado en el largometraje de ficción Medea, nos trae una interpretación muy bien lograda de Marta, un personaje creíble y sincero que acompañará al protagonista hasta el final de su fantasía, lo cual es y será su tranquilidad

Un elemento a consignar en este rodaje es la gran farsa que se presenta como un ingrediente detonador para una tragedia que dañó a dos niños, además el filme muestra una realidad del mundo de los pequeños artistas manejados por sus padres y lo peor es cuando el talento no es el que perciben sus seguidores. Pero ese sueño de llegar al estrellato siempre estará presente, al mirarse en un espejo o pintándote las uñas. Es una película esperanzadora, de esas que a uno le gustaría imponer verdad y justicia: no es una gran producción, pero es bella y con alma.

 

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Miguel Alvarado Natalí (Santiago, 1968) es periodista de profesión y escritor de oficio. Ha publicado los poemarios Estaciones (1997) y Barrio Yungay (2012), y la novela Calle Dieciocho (2001).

 

 

 

Tráiler:

 

 

Miguel Alvarado Natalí

 

 

Imagen destacada: Un fotograma del filme Nadie sabe que estoy aquí (2020).