[Crítica] «Finales, principios»: La mujer fatal

El nuevo crédito audiovisual del siempre motivante director estadounidense Drake Doremus (recordado por su «Pasión inocente») —y el cual cuenta con la actuación protagónica de la estrella Shailene Woodley— es el nuevo estreno de la plataforma de streaming Cining.

Por Enrique Morales Lastra

Publicado el 10.8.2021

Un filme de aprendizaje afectivo y psicológico es el nuevo título del realizador norteamericano Drake Doremus (conocido por los largometrajes de ficción Pasión inocente y Almas gemelas).

El personaje principal de la película, la treinteañera Daphne (Shailene Woodley) concluye una importante relación afectiva, y mientras se prepara a fin de experimentar una abstinencia en variados aspectos de su vida (inclusive el sexual), se involucra con dos amigos: Jack y Frank, formándose un espontaneo trío pasional.

Shailene Woodley es una gran actriz dramática, y la cual en muchas oportunidades ha abordado roles por debajo de sus destacadas capacidades interpretativas. Esta obra, sin embargo, le hace justicia.

El drama psicológico de Doremus, pese a que no ha sido entusiastamente recibido por la crítica internacional, es un filme que ofrece lo mejor de su director: cuestionamientos éticos, dilemas amorosos y la posibilidad latente de una redención existencial para los involucrados (la noción de un nuevo comienzo, en suma).

Además, Finales, principios (Endings, Beginnings, 2019) presenta un llamativo repertorio de técnicas audiovisuales en su formulación estética: una impecable cámara en primer plano (y a veces en «mano»), que propicia la sensación de perturbación emocional de la protagonista, una conexión sentimental y argumental con la música pop de nuestra época, y el intento por retratar a una generación de jóvenes estadounidenses, los cuales al sobrepasar los 30 años se enfrentan a la encrucijada de integrarse a la mecánica societaria, o bien al atajo de desertar de esta a cambio de una cotidianidad vivida a salto de mata.

En efecto, el guión por momentos indaga en las posibilidades de una road movie, en el contexto temporal y social del final de la segunda década del siglo XXI.

Quizás se rastrean ciertas inconsistencias dramáticas en las bases de su narración diegética, pero el total de la nueva creación de Doremus se concretiza de una manera satisfactoria: la madurez actoral de Shailene Woodley y su interpretación de una mujer que se establece en su condición de adulta, profesional universitaria, y la cual en el lapso de unos pocos meses se plantea con cierta seguridad adoptar un cambio radical de responsabilidades en lo que era hasta el momento su día a día… y sola, pese a todo.

 

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Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Finales, principios (2019).