«¡Madre!», de Darren Aronofsky: Cuando el hogar no es suficiente

Dos son los aspectos que la distinguen de sus anteriores largometrajes: que sea una historia desarrollada en un solo escenario y el uso mayoritario del plano subjetivo para hacer hincapié en las emociones de la protagonista. De esta forma, tenemos una producción que busca poner al espectador lo más cerca posible de los hechos argumentales que se describen.

Por Jorge Cocio

Publicado el 22.5.2018

Alguien me dijo una vez, aunque quizás esa persona lo leyó o escuchó de otra persona, que las grandes películas son aquellas que te dejan en estado de shock, o sea, que te afectan de tal modo que te obligan a volver a verlas.

Si hay una característica que podemos atribuirle al director Darren Aronofsky (Estados Unidos, 1969) es de ser alguien que se arriesga. Algo que en estos tiempos de fórmulas y de trilogías lo encontramos cada vez menos. Pero el que además de esto sus obras fílmicas siempre den algo de qué hablar es un doble mérito para este autor que a pesar de sus años de oficio tiene a su haber pocas obras, lo cual puede interpretarse como la necesidad de contar bien una historia sin importar el tiempo que demore.

Pero hablemos de ¡Madre! (Mother!, 2017). Lo primero a recalcar son dos aspectos que la distinguen de sus anteriores largometrajes: que sea una historia desarrollada en un solo escenario y el uso mayoritario del plano subjetivo para hacer hincapié en las emociones de la protagonista. De esta forma tenemos una producción que busca poner al espectador lo más cerca posible de los hechos argumentales.

¿Entonces qué es ¡Madre! ? Puede que para unos se convierta en una cinta de terror psicológico, o que para otros en una historia paranormal, pero desde mi punto de vista es un conjunto de símbolos, como el más puro cine debe ser. Pero lo más interesante de esta cinta es cómo se incluye un nuevo símbolo central dentro de la filmografía de Aronofsky. Así, y de forma muy breve tenemos que va pasando desde el orden de la realidad a través de los números (Pi, el orden del caos), la adicción (Requiem por un sueño), el amor (The Fountain), la redención (El luchador), la perfección (El cisne negro) y el renacimiento de la humanidad (Noé). Pero en el caso de ¡Madre! hay muchos más temas donde se mezcla lo contingente, la tradición judeocristiana y la violencia hacia la mujer en una sociedad que aspira ser más civilizada sobre todo desde el predominio de las redes sociales.

Pero desde mi punto de vista en ¡Madre!, lo que más nos da a entrever el autor, es que al parecer para esta especie el mundo no es suficiente, que nada lo sacía ni conforma, especialmente al sentirse dueños de todo, pero sin hacerse cargo de sus acciones hasta que se enfrentan al apocalípsis.

De esa forma la última obra de Darren Aronofsky se convierte en una experiencia extraña y fascinante que nuevamente nos muestra que se trata de un realizador que busca el shock en el espectador, convirtiéndola así en una cinta no para la mayoría, pero sí para los que buscan algo distinto: la inmensa minoría.

 

 

El afiche original del último filme del director estadounidense Darren Aronofsky

 

 

Tráiler:

 

Imagen destacada: Los actores Jennifer Lawrence y Javier Bardem en un fotograma de Mother! (2017), de Darren Aronofsky