«Anoche soñé un poema», o la obra de Margarita Bustos

La escritora que envía estos versos es profesora de castellano y comunicación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y es egresada del magíster en género y estudios culturales de la Universidad de Chile. Además, es redactora para la revista «La otra Pluma», y co-directora del ciclo de literatura de mujeres denominado “Versadas”, el cual se realiza mensualmente en la Biblioteca de Santiago a partir del año 2015, reuniendo a poetas consagradas y emergentes de diferentes partes de Chile. Ha publicado, también, los siguientes libros: «Maldigo el paraíso de tu abandono» (Editorial Puerto Alegre, Valparaíso, 2011), «Eros en la lengua» (Punto de Luz Ediciones, Rancagua, 2015), y «Existencial(es)» (Primeros Pasos Ediciones, Rancagua, 2016).

Por Margarita Bustos Castillo

Publicado el 9.9.2017

 

ANOCHE SOÑÉ UN POEMA

Precipitado de rencores y cansancios

sumergí la noche

dejé las ilusiones bajo el agua

las culpas flotando a deriva

superficie incomprensible para la embriaguez

escapista a horizontales ilusiones

mejor en vertical

azul

hacia los abisales.

 

Anoche soñé un poema

sin palabras

insoluble,

intransferible

ilimitado

imposible

enfermo

 

Saladas imágenes

en el vaivén del oleaje

me devolvieron

a superficie

lo absurdo haciendo agua por todas partes

soñada por el poema

soñándome

y       otra vez     a      oscuras.

 

EL SILENCIO DE MARTA

Quieta a los pies de mi cama

Marta muere un poco cada tarde

silente

part(ida)

donde se pierde el nombre de las cosas

envenenada por sonidos

que en su lejanía desdibujan sentí(dos)

Marta prisionera

perdió su nombre

 

Fue la otra

 

Es la otra

 

y ninguneada junto a los objetos

su carne no supo de soles ni lunas

no supo reescribir su historia.

 

Marta invoca la muerte

donde se pierde el nombre de las cosas.

 

INVISIBLES

Al frente

Moneda iza monumental bandera

costra tricolor

lamida tantas veces,

ondean las promesas en el viento

pereciendo junto a los perros en dos patas,

los que han escapado a la calle

porque las rejas no salvan

no coagulan la costra.

 

Allí una caleta de niños

no hay peces en la ciudad.

 

Una caleta de niños

viviendo vecinos a la Moneda

(in)visibles

números,

historiales enclaustrados

cifras oxidándose.

 

Ondean las promesas en el viento,

Moneda iza monumental bandera

niños de naylon y cartón

desdibujan gestos,

rompen la costra para saber que están vivos

escurre un líquido tibio

confundiendo el hambre entre aullidos

confundiendo frío con ausencias

Invisibl(es)

 

Son perros

son palomas.

Gente les confunde con palomas,

gente les tira migajas

entre la basura

costra crece

adquiere voz

repta y se alimenta

rompe    repta      respira

se abre paso.

 

AL CENTRO DE LA INJUSTICIA

Al centro de la injusticia

y al sur del olvido

donde el silencio/mordaza

lo roe todo por las mañanas,

el desayuno teje miseria

desde la cicatriz

risas infantiles dibujan horizontes solares

palideciendo al vendaval del centro.

 

Al centro de la injusticia

y al sur del olvido

la matria abre sus brazos,

traza acordes y rasgueos inclaudicables

le canta a la diferencia

materializando gritos al amanecer

memoria caminante.

 

El resto es secreto,

el resto es silencio.

 

OJALÁ                                     

                In memoria de Jéssica Vivanco Cossio

 

Ojalá hubieses podido ahogarte en tu propio torso.

Ojalá de amaneceres que no sustituirán nuevas mañanas a los 21, ni a los 22 ni a los 23.

Ojalá pase algo que te restituya de pronto a la memoria de tantas

Ojalá que cada letra chica de las leyes que le temen al vocablo femicidio

tiemblen de una puta vez con cada trozo de tu nombre

desperdigado por el carnicero que alguna vez te susurró:  “eres mía”.

 

Jéssica ¿fue el lobo feroz que en los cuentos de caperucita

comenzando a soñar con un bosque a los 21 alimentó tu curiosidad de ademanes tímidos?

Jéssica Vivanco ¿o Pedrito y el lobo

que te empujaron a aceptar sus disculpas una vez más

después de tantas golpizas

en la complicidad de la cocina a leña?

 

Ojalá un disparo de nieve te hubiese llevado ese día de gritos.

Ojalá una luz cegadora condenara para siempre al carnicero feroz que te invitó al bosque -por el atajo-

Ojalá,

cuando por fin te unas con la Tierra

ya no aúllen titulares rojos.

 

Jéssica Vivanco Cossio: “Mujer descuartizada en Freire habría muerto golpeada o mutilada”, así se redactó uno de los titulares que el 10 de Julio de 2011 impactaba a la opinión pública por la violentas circunstancias que terminaron con la vida de esta joven de 21 años.

 

La escritora de estos poemas, Margarita Bustos Castillo, en pleno ejercicio declamatorio

 

Imagen destacada: Fotograma de la película «El silencio de Lorna» (2008), de los directores belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne.