[Crítica] «Tristeza»: El romanticismo de los «Beatnik»

La presente obra de Jack Kerouac (en la imagen destacada) es quizás su novela donde mejor se evidencia el sentimiento amoroso y sus bemoles, y sin lugar a dudas, tanto por su estilo narrativo como por su calidad literaria, se quedará entre las favoritas de sus lectores e incondicionales.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 26.6.2023

En las primeras líneas de Tristeza (Anagrama, 2023), una novela publicada originalmente en 1960, están los elementos centrales de esta obra: una mujer, un narrador borracho y una botella de alcohol. Esos son los componentes esenciales de la estética literaria del escritor norteamericano, a cuyas obsesiones las transformó en piezas artísticas fundamentales.

Se trata de una narración que se encuadra perfectamente en la línea de lo que hizo Jack Kerouac (1922-1969), escribir acerca de la vida y de los personajes que generalmente están desplazados y son marginales o que han caído en algún vicio que los tiene atrapados.

Tristeza es el nombre de una joven mujer adicta a la morfina de la cual se siente enamorado Jack, el narrador. Ella, además, está casada con Dave, un reconocido narcotraficante en México. Así, el camino que sigue esta mujer es el sendero tortuoso de quienes se encuentran en este mundo.

Sin embargo, una de las aristas que nos entrega Kerouac en esta particular narración es que se parece bastante a una novela romántica, pues hay elementos que nos permiten ver que Jack intenta rescatar de ese lugar a Tristeza: la sigue por todos lados lados, se drogan y emborrachan juntos y la encuentra muy bella.

 

Un llanero solitario

Jack Kerouac creó una nueva mitología para los escritores y para toda una generación. Le perdió el respeto a los adultos y se entregó a vivir una vida llena de licencias y excesos. Se dedicó a recorrer los Estados Unidos y parte de México, pero no a modo de turista, sino como una doble forma de redención: por un lado, huir de aquellas formas y tradiciones que odiaba, y por otro, como una manera de encontrarse con la vida que él amaba.

Se transformó en un llanero solitario que nunca se quedaba demasiado tiempo en un mismo lugar, tampoco las compañías o amistades que tenía le duraban demasiado, pues o morían producto del exceso de alcohol y drogas o se perdían en los laberintos oscuros del mundo de los marginados.

Tristeza es una construcción que mantiene todos y cada uno de los elementos característicos de la poética de Kerouac: su afán por los desplazados, por la ruptura, su adoración por el alcohol y las drogas, que le permitían escapar de un mundo que no comparte, que encuentra injusto y agresivo.

En definitiva, en esta obra sus lectores encontrarán al Kerouac más auténtico y transparente, el ser humano que se mueve por los bajos fondos de una sociedad individualista y triste, donde los hombres y mujeres viven y mueren en soledad.

Sin embargo, quizás sea esta su novela más romántica, o por lo menos una de las que mejor evidencia el amor. Sin lugar a dudas, esta ficción —por su estilo y calidad— se quedará entre las favoritas de sus lectores.

 

 

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.

 

«Tristeza», de Jack Kerouac (Editorial Anagrama, 2023)

 

 

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Jack Kerouac.