«Dos noches hasta mañana»: Oda al amor efímero

Esta es una película de cine arte (estrenada en 2015 y actualmente en cartelera), sin balaceras, hedonismo o diversión, salvo pequeñas venganzas o frases sueltas. Fue la primera obra en inglés del director y guionista (Mikko Kuparinen), y el resultado es igual que en la vida diaria, donde el romanticismo se forja de pequeños detalles y cotidianeidades, crisol este último de alegrías y de desventuras. Nada heroico ni importante, sino simplemente constancia y ánimo.

Por Cristián Garay Vera

Publicado el 2.4.2018

Dos extraños varados en un hotel: Caroline (Marie-Josée Croze), y Jakko (Mikko Nousiainen), mientras se desata una erupción volcánica. Las mismas dudas y percances de cualquier viajero, que también despiertan o incentivan conflictos ya presentes. Más cuando se trata de un finlandés de poca conversación, y una antipática francesa. Sobre ellos el paisaje del Báltico, más específico, Vilna, la capital de Lituania. Pequeña ciudad, que es escenario de bares, productoras, hoteles, y donde se habla de vuelos retrasados, habitaciones que ya no están disponibles, y sobre todo tedio.

Este es un largometraje que trata sobre los vacíos existenciales, tema ya magníficamente desarrollado en Perdidos en Tokio, de Sofia Coppola (2003) y es también una venganza frente a los vacíos de hotel. Crónica, asimismo, del desarraigo, donde queda claro que la vida de hoteles reemplaza el afecto, el cariño y el verdadero hogar. Serás un padre lleno de dinero, pero ausente, le dice la francesa al cantante finlandés. Entre frases cortas, surgen las verdades, más verdades que las intimidades propiamente tales, económicas en su relato.

Una fotografía detallista y pulcra (Tuomo Virtanen) va construyendo los escenarios citadinos de dos seres cuya complejidad aumenta durante la historia, cuyas esperanzas no cuajan, pero están ahí, acechantes. Narrando 48 horas, varados en una ciudad y el hotel, se traza un retrato imperfecto de dos seres que adolecen, cuyas vidas han tenido baches, como los de uno mismo, y que sin embargo resisten y se desarrollan, pero siempre con el marco de fondo de sus existencias. Aquí, no importa que la protagonista tenga por pareja a otra mujer, Celine (Arly Jover), (cuya insistencia es comparable a la de cualquier marido celoso) o que el cantante sea un coleccionista de noches distintas. El sexo es algo cosmético y superficial, de un rol en el cual prima el empleo y lo transeúnte. Lo que está siempre indefinido en cambio es su decisión de vida. Por ello las 48 horas precipitan crisis a distancia, que en realidad estaban latentes antes del viaje.

El tratamiento intimista, la limpieza visual, y la sensación de ser siempre extranjeros, acrecentado por la lengua (finlandés, inglés, francés y ausencia del idioma local) hacen que París (más que Helsinki) se vea como un hogar de algo que no se sabe, y que, para la protagonista, durante esos dos días, le han hecho ver la lejanía emocional del lugar considerado como residencia.

En suma, una pequeña obra maestra del desamor y sus formas de superarlo, del tedio circunstancial sobre la indeterminación del proyecto de vida. Dos seres, dos extraños, que son gato y ratón, y donde no se sabe quién es cual en cada vuelta de tuerca.

Esta es una película de cine arte (estrenada en 2015 y actualmente en cartelera), sin balaceras, hedonismo o diversión, salvo pequeñas venganzas o frases sueltas. Fue la primera obra en inglés del director y guionista, y el resultado es igual que en la vida diaria, donde el romanticismo se forja de pequeños detalles y cotidianeidades, crisol este último de alegrías y de desventuras. Nada heroico ni importante, sino simplemente constancia y ánimo.

 

Dos noches hasta mañana (2 yötä aamuun). Dirige: Mikko Kuparinen. Guión: Mikko Kuparinen. Música: Timo Hietala. Fotografía: Tuomo Virtanen. Reparto: Marie-Josée Croze, Mikko Nousiainen, Arly Jover, y Andrius Zuiraiskas, Finlandia, 2015. Productora: Mjôlk. Duración: 88 minutos.

 

Cristián Garay Vera es el director del magíster en Política Exterior que imparte el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile.

 

La actriz franco-canadiense Marie-Josée Croze (en el papel de Caroline) protagoniza el filme de producción finlandesa «Dos noches hasta mañana» (2015)

 

Tráiler: