[Crítica] «La viuda»: El espesor existencial de José Saramago

La publicación de la ópera prima del Premio Nobel portugués con su título original es sin lugar a dudas una oportunidad para rastrear en la profundidad de un escritor que ya, con sólo 24 años, era capaz de escarbar en las honduras y contradicciones de la condición humana.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 28.10.2021

En el año 1947, un joven escritor publicaba en Portugal Tierra de pecado. Se trataba del Nobel José Saramago (1922 – 2010), quien a partir de esta obra comenzaba el camino de uno de los novelistas mas relevantes del siglo XX.

En un interesante rescate editorial, Alfaguara vuelve a poner esta obra en circulación, pero ahora con el nombre de La viuda, nombre que originalmente habría tenido el manuscrito, pero que fue cambiado en aquellos años por el editor a cargo.

Su actual viuda ha señalado que: «La viuda era un acto de justicia y de memoria histórica, publicar este libro que tanta emoción le provocó a José, que dejó que le cambiaran el título, que no firmó contrato, que no recibió ni un escudo de la época, pero él fue feliz porque tenía su libro publicado», ha dicho Del Río con motivo del lanzamiento de esta obra de juventud de su marido.

En esta novela se cuenta la historia de María Leonor, viuda y madre de dos hijos que se ve abrumada ante las dificultades económicas para administrar su hacienda en el Alentejo.

 

La fuerza superior del deseo

Quedar sola a cargo de un terreno mayor nunca ha sido una tarea fácil, menos para una mujer que no solo debe dedicarse a labores administrativas, sino que además, debe hacerse cargo de su hijos.

Sin embargo, y luego de un tiempo sumida en un estado depresivo, decide ponerse de pie y enfrentar el desafío que le ha puesto la vida. Es justo cuando comienza esta nueva etapa cuando se instala un dilema casi existencial: a pesar de cargar con un duelo reciente, el deseo parece ser una fuerza superior que no la deja vivir en paz, y la atormenta, pues el estigma de no comportarse como lo señalan las normas en este tipo de situaciones es un peso difícil de soslayar.

El trabajo de Saramago en esta novela es de una profundidad poco habitual, pues la lectura lleva hacia los caminos reflexivos sobre el amor, el paso del tiempo y las circunstancias que a cada uno le toca vivir.

No es menor que María Leonor se sienta atrapada entre las convenciones sociales de su tiempo y le cueste dar libertad a sus deseos. Sin embargo, con la aparición de dos hombres esta situación cambia y comienza una suerte de quiebre en su vida.

José Saramago obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1998 cuya justificación de la academia para otorgárselo fue por: «volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía», es decir, su trabajo de una u otra forma es capaz de revelar, sin decirlo explícitamente, esos oscuros lugares de los seres humanos que no permiten desarrollar una vida sin contradicciones.

Sin embargo, su trabajo escritural no reside solamente en dar cuenta de esto, sino que además a lo largo de toda su obra ha sido capaz de refractar una sociedad muchas veces egoísta.

La publicación de La viuda (Alfaguara, 2021) es sin lugar a dudas una oportunidad para rastrear toda la profundidad de un escritor que ya, con sólo 24 años, era capaz de escarbar en las honduras y contradicciones de la existencia humana.

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.

 

«La viuda», de José Saramago (Editorial Alfaguara, 2021)

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: José Saramago (1922 – 2010).